Una dieta para celíacos, el mejor golpe de Djokovic para seguir ganando Grand Slam

Abierto de Australia. Año 2010. En cuartos de final se enfrentan Novak Djokovic y Jo-Wilfred Tsonga. El serbio domina dos sets a uno pero, durante la cuarta manga tiene que salir corriendo de la pista camino a los vestuarios. Allí vomita la comida y minutos después vuelve a la cancha. Agotado por el partido y sin comida de la que absorber nutrientes, su cuerpo se agota y él acaba perdiendo. Aquel fue el el principio del fin de la celiaquía del serbio. Aquel fue el principio de una nueva era en el tenis.

Tras aquel incidente, el nutricionista Igor Cetojevic descubre que el serbio padece una alergia a una proteína presente en la harina. Aunque se desconoce cuándo pudo haber aparecido dicho mal (que no tiene porqué ser de nacimiento), la solución es sencilla: eliminar de la dieta todo alimento que contenga dicha proteína.

Así, Djokovic deja de comer cereales, pasta, pan, pasteles, galletas o pizza, plato que tanto le gustaba en su infancia. El actual número uno del mundo sustituyó todos esos alimentos por pollo, sushi o soja. Gracias a ello, su cuerpo empezó a funcionar con normalidad, a absorber todos los nutrientes y a no sufrir ningún daño (en función de la gravedad de la afección, pueden ser desde la inflamación del intestino hasta la desnutrición).

El cambio de dieta no sólo le sentó bien físicamente -perdió un par de kilos- sino también en el plano deportivo. Su peso habitual siempre rondaba los 83-84 kilos. Demasiado para un jugador de complexión no muy fuerte y 1,88 de altura. Con la nueva dieta, raramente supera los 80. Desde entonces los partidos a cinco sets no son eternos para él.

"Es sobre todo la energía mental a la que nos referimos, no la energía suministrada a los tejidos musculares", afirma David Levitsky, profesor de nutrición y psicología en la Universidad de Cornell, en un artículo publicado por Tom Perrotta en "The Wall Street Journal",

Hasta 2010, el serbio nunca había logrado ser número uno del mundo. Desde que perdió ante Tsonga, Djokovic ha estado al frente del ránking de la ATP 74 semanas. Además, al año siguiente de subsanar su mal logró 10 títulos, en 2012 levantó seis trofeos y en 2013, 2014 y 2015 ha ganado siete títulos por temporada

Sin duda que el éxito de Novak Djokovic no se puede justificar sólo con el cambio de alimentación, pero tampoco se puede negar que la nueva dieta ha tenido un impacto positivo en el serbio. Esto, sumado a su trabajo sobre la pista y fuera de ella -a nivel psicológico- le han catapultado hasta el número uno de mundo, desde donde ejerce una tiranía en el mundo del tenis que amenaza con alargarse mucho tiempo.