Al hablar de los triunfos del Barcelona siempre sale a relucir la figura de Lionel Messi, la gran estrella azulgrana, el hombre que con sus goles (tres al Málaga) ha catapultado al Barcelona a lo más alto. Sin embargo, muchas veces, la aportación de Víctor Valdés es tan vital como la del argentino. El portero es un seguro bajo los palos.
No es lo mismo empezar ganando que tener que remontar, y más fuera de casa, precisamente donde está flaqueando el Barcelona. En La Rosaleda, el equipo azulgrana ganó con facilidad según lo que indica el marcador (0-4), pero no fue tan sencillo. Con empate a cero, Valdés realizó tres paradas milagrosas casi seguidas.
Primero, el portero desvió a córner un disparo envenenado de Isco que buscaba la escuadra. Después, en el saque de esquina, Valdés hizo el más difícil todavía al rechazar dos remates seguidos otra vez de Isco, el primero con la cabeza y el segundo con el pie. Ya en la segunda parte, el portero todavía evitaría el gol de Isco (tendrá pesadillas con Valdés) con otra prodigiosa estirada, aunque el rechace le cayó a Rondón, que marcó el gol del honor del Málaga, el único que no pudo evitar el guardameta.
La magnífica actuación de Valdés, titular en la Liga y la Champions, donde ha salvado puntos con sus paradas, llega justo después de que Pinto no estuviera fino en el gol de Cristiano Ronaldo en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, Pep Guardiola, el entrenador azulgrana, seguirá apostando por el habitual suplente en la Copa del Rey, por mucho que enfrente esté el Real Madrid.
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