Valencia, 29 dic.- El Valencia Basket recibirá mañana en el pabellón de la Fuente de San Luis al FIATC Joventut con la necesidad de lograr un triunfo que no le complique la clasificación para la Copa del Rey al finalizar la primera vuelta.
La dolorosa derrota sufrida el pasado sábado en la pista del Gipuzkoa Basket, un rival muy inferior en presupuesto, supuso un freno en la recuperación que parecía estar protagonizando el equipo valenciano tras su eliminación de la Euroliga.
Ese tropiezo le dejó anclado en la sexta posición con siete victorias y seis derrotas, el mismo balance que el CAI Zaragoza y el UCAM, séptimo y octavo, y con sólo una victoria más que el Laboral Kutxa, el Iberostar Tenerife, el Rio Monbus Obradoiro y el Herbalife Gran Canaria.
El equipo insular tiene garantizada su presencia como organizador en un torneo al que acudirán, además, los siete mejores clasificados, o los ocho, en el caso de que el conjunto canario esté entre los ocho mejores al final de la primera vuelta para la que quedan cuatro jornadas.
El Valencia tiene a su favor que disputará tres de sus cuatro encuentros en La Fonteta, un situación especialmente favorable ante su balance de dos victorias en sus doce encuentros como visitante de esta campaña, entre la Liga y la Euroliga.
Una victoria mañana permitiría al Valencia mantener su ventajosa posición a falta de tres jornadas para acabar esta primera vuelta y beneficiarse además de duelos directos como el que protagonizarán el CAI y el Laboral Kutxa.
En cambio, una derrota le sacaría casi con toda seguridad de los puestos coperos y aunque fuera provisionalmente, esa situación podría agravar el ambiente de crisis que se ha instalado en el club y seguiría mermando el crédito del técnico Velimir Perasovic.
La eliminación de la Euroliga hace unas semanas supuso una importante frustración en la entidad, que había construido alrededor de este torneo su temporada, y tras dos victorias seguidas que aliviaron un tanto esa situación, la derrota en San Sebastián la ha vuelto a poner sobre la mesa.
Tras el notable regreso que protagonizó el sábado el base belga Sam Van Rossom, que tras un mes y medio lesionados fue el mejor del equipo, Perasovic podría recuperar para el choque de mañana a Serhiy Lishchuk y tener así a su disposición a toda su plantilla.
Enfrente, se encontrará con un equipo que con diez victorias en trece encuentros es una de las revelaciones de la temporada y acaricia su billete copero tras haber enlazado cinco victorias consecutivas.
Para el base catalán Guillem Vives, traspasado esta campaña de la Penya el Valencia, será la primera vez que se medirá al equipo en el que se formó.
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