Kyrgios vuelve a dar la nota, se marcha abucheado y reconoce que debe jugar más al tenis y menos al baloncesto

  • El tenista australiano fue pitado por su público en Melbourne después de dejarse remontar dos sets por Seppi cuando nadie lo esperaba.

    A pesar de la tensión en el quinto set del partido, Kyrgios se llevó un punto después de golpear sin sentido la pelota entre las piernas.

Kyrgios vuelve a dar la nota y reconoce que debe jugar más al tenis y menos al baloncesto
Kyrgios vuelve a dar la nota y reconoce que debe jugar más al tenis y menos al baloncesto
Getty Images
Víctor Gil
Víctor Gil

Nick Kyrgios ha comenzado la temporada 2017 de la misma forma en la que terminó 2016 y como casi toda su carrera, dando la nota. El tenista jugaba en casa el segundo partido del Open de Australia con todo el público a su favor y después de tener la victoria en el bolsillo, la dejó escapar ante Andreas Seppi (1-6, 6-7 (1), 6-4, 6-2 y 10-8).

Esta vez no insultó a los aficionados ni se enfrentó al juez de silla, pero dejó un golpe de pasotismo cuando Seppi sacaba para ganar el partido. Con toda la presión encima, Kyrgios golpeó la pelota entre las piernas con desgana y aunque se llevó el punto de forma sorprendente, terminó perdiendo el partido.

Tras una nueva decepción, el número 13 del mundo está dispuesto a contratar un entrenador por primera vez en su carrera, ya que siempre ha ido por el circuito como un tenista autodidacta. "Lo del entrenador siempre es un interrogante. Es uno de los aspectos que obviamente tengo que empezar a tomármelo un poco más en serio. Excepto yo, no creo que haya ningún tenista dentro del 'top 100' sin entrenador. Eso tiene que cambiar. La parte mental de las cosas es un tema muy importante para mí. Y en ese punto creo que un entrenador me vendría bien", afirmó.

 Con solo 21 años y un gran talento cuando está concentrado, su mala cabeza le está perdiendo y él mismo lo ha reconocido: "Tengo que empezar a tomármelo en serio. Hice algunas cosas durante las vacaciones que probablemente no volveré hacer. Depende de mí, supongo. Mi cuerpo no está en un buen momento. Uno vive y aprende".

Y eso que probablemente no volverá a hacer es jugar con una pelota más grande que la de tenis: "Quizás no debería jugar tanto baloncesto. Me gusta jugar y me divierte, amo el baloncesto, pero me duele la rodilla. Y en la pretemporada construyes las bases para el resto de la temporada". 

El australiano se llevó la reprimenda de los aficionados locales, que pitaron su desgana en el primer Grand Slam del año. "No es lo más bonito de oír. No tuve la mejor preparación para el Abierto de Australia. Perder 10-8 en el quinto y que te abucheen no es la mejor sensación, la verdad. Estoy disgustado, pero ya está. El mundo sigue girando. Perdí un partido", lamentó.

Mostrar comentarios