Villa, Xabi Alonso, Arbilla, Pabón y Rodri

Roberto Morales

Madrid, 3 nov.-

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-- DAVID VILLA.

La sociedad que forma con Diego Costa está de moda. A disposición de Vicente del Bosque para la selección española y una de las claves del éxito del Atlético de Madrid de Diego Simeone. El 'Cholo' nunca dudó del gran fichaje que consiguió el pasado verano. El gol era cuestión de tiempo porque Villa lo lleva en la sangre desde que comenzó a andar.

La temporada casi perfecta del Atlético tenía un líder que está en todo. Es Diego Costa el que dio el salto de calidad para retomar el testigo goleador de Radamel Falcao. A él debía sumarse Villa. El 'Guaje' jugó condicionado, con dolores de tobillo durante una época, y desde que paró al renunciar a la convocatoria de la Roja, ha recuperado su pegada. Vuelve a sonreír. Sabe que la historia no vale en el presente. Ser máximo goleador de su selección no le asegura estar en el que puede ser su último Mundial.

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-- XABI ALONSO.

La importancia de Xabi Alonso en el Real Madrid era conocida, pero bastan unos minutos de su presencia para que se valore aún más. En Vallecas fue por primera vez titular esta temporada, superada su pubalgia y la fractura de un dedo del pie, y con él regresó el equilibrio a un equipo que se parte en dos con facilidad y que alejado del Santiago Bernabéu deja momentos de fragilidad preocupante.

En el 4-3-3 de Carlo Ancelotti, más ofensivo que nunca por el perfil de los centrocampistas -Luka Modric y Ángel Di María-, la presencia de Xabi Alonso contuvo las acometidas valientes del Rayo Vallecano. Fue sustituido y los problemas se sucedieron para un Real Madrid superado. Su renovación es causa mayor en las oficinas del Bernabéu. Todos saben de su importancia y una salida a final de temporada dejaría un vacío en una demarcación en la que el Real Madrid necesita un líder.

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-- ANAITZ ARBILLA.

Con la impotencia de un niño pequeño que es señalado en público y castigado, Arbilla dejó su puesto en el campo de Vallecas tras regalar el tercer tanto al Real Madrid en un día para el olvido. Paco Jémez arriesgó y al pasar a defensa de tres fue el elegido. No quiso señalarle, pero cuando vio cómo su jugador se derrumbaba en el banquillo entre un mar de lágrimas, se dio cuenta de que lo había hecho.

Lloró con un sentimiento de culpabilidad que no le quitó la reacción de su equipo. El Rayo terminó teniendo al grande en la lona y le faltó rematar la remontada. Arbilla vio poco y se marchó el primero del estadio. Sin ganas de hablar ni ver a nadie. Paco salió rápido al paso y elogió su actitud en el campo. Le puso como ejemplo para reaccionar. A su equipo le faltan líderes. Los elogios no dan puntos y ya es colista.

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-- PABÓN.

Firmó el gol de la jornada, con un zapatazo desde 30 metros con tanta potencia, que se escurrió en su esfuerzo mientras veía como lo incrustaba en la escuadra de Miguel Ángel Moyá para tumbar al que se perfilaba equipo revelación, y dar aire a un Valencia que tocaba fondo. Pabón da aire a Miroslav Djukic cuando muchos le buscaban sustituto.

El colombiano se ganó el fichaje en el Valencia gracias a unos meses de éxito en el Real Betis. Allí mostró su alegría en el juego, la velocidad que marca su juego por banda y llegada a gol. Todo lo que hasta ahora no se había visto en un equipo que vive en la angustia y que necesita enlazar tres buenos resultados para darse cuenta de que tiene plantilla para pelear por un puesto en Liga de Campeones. Pabón será importante para ello. Por su gol y la necesidad de sus asistencias que tienen rematadores como Helder Postiga o Jonas.

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-- RODRIGO RÍOS 'RODRI'

El fútbol es para listos y aunque hoy en día se castigue al tramposo, Rodri marcó un gol de pillo en la necesidad, que dio el primer triunfo de local de la temporada al Almería para sacarle del puesto de colista.

Un proyecto tan austero nacía para sufrir en su regreso a la elite. El sevillano Rodri asume el peso del gol y ya firma seis meritorios tantos. Aprendió a golear en la cantera del Barcelona y se jugó la amarilla en un centro al que no llegaba, y que metió en la portería contraria ayudándose de la mano. No lo reconoció e inventó mil excusas posteriormente, porque hoy se persigue al pillo. Se le etiqueta y le pasa factura en el futuro con los colegiados.