Villar fracasa por segunda vez ante UEFA y FIFA

  • El vicepresidente de la FIFA y tercero de la UEFA vuelve a fallar en elintento de traer un Mundial o Eurocopa a España, como ya sucedió con lade 2004.
Villar arranca el aplauso del Ejecutivo de la FIFA al defender su limpieza
Villar arranca el aplauso del Ejecutivo de la FIFA al defender su limpieza
Nacho Díaz

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Ángel María Villar cumple ese refrán al dedillo. La candidatura de España para la Eurocopa de 2004 era la favorita de todos. Pero una cosa es lo que se dice de cara a la galería y otra es cuando los "votantes" pulsan el botoncito del país en cuestión.

Por aquel entonces Villar ya mandaba en Europa. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, que lleva 22 años en el cargo, siempre ha tenido buenos puestos en los máximos organismos internacionales. El día y año de la elección (19 de octubre de 1999), Ángel María era vicepresidente de la UEFA.

Quizás por eso hizo caso omiso a los consejos de su presidente, Lennart Johansson, de presentarse conjuntamente con Portugal y fue a pecho descubierto con una candidatura única. La UEFA debió tomar nota y no tener en cuenta el supuesto poder de Villar y le dio la Eurocopa a los lusos. Ese fue el primer golpe.

Villar insistió y aprovechó los buenos y exitosos momentos del fútbol español para ponerse como objetivo algo mayor: un Mundial. Ahora decidió buscarse un compañero de aventuras y el único posible era Portugal. Así fue como nació la Candidatura Ibérica, que con el paso del tiempo se acabó convirtiendo en una de las máximas favoritas.

Sobre el papel posiblemente lo fuese, pero sobre el papel de los votos y entre bambalinas es donde quizás a España le falte moverse bien. Ya le sucedió lo mismo a Madrid en la elección de  los Juegos Olímpicos de 2016, donde también era una de las ciudades que lideraba las apuestas y al final se lo llevó Brasil.

Una vez más, España se ha quedado con las ganas. Villar, que con el paso del tiempo siguió ascendiendo en el escalafón de los organismos futboleros, se vuelve a llevar otro revolcón. Ni ser vicepresidente de la FIFA, sólo con Blatter más arriba, ni ser el tercero de la UEFA. Ni siquiera el haber sido campeones del mundo o montar una parafernalia como la de Las Rozas hace dos semanas, donde trajo a Blatter para enseñarle la bonanza del fútbol español. El caso es que España no tendrá Mundial.

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