Villas-Boas: el aprendiz de Mourinho afronta su primer gran examen

En las carreras de André Villas-Boas y de Jose Mourinho hay muchas similitudes, más de las que a ellos les gusta reconocer. Ninguno de los dos han sido futbolistas profesionales, ambos han estado al cobijo de Sir Bobby Robson, y el reconocimiento internacional lo han logrado dirigiendo al Oporto. Pero hay más aún…

Si el actual técnico del Real Madrid dio sus primeros pasos haciendo informes de los rivales para su padre, entrenador de modestos clubes de Portugal, los de Villas-Boas son más sorprendentes. En 1994, con apenas 16 años, le mandó una carta a Robson, que era vecino suyo, aconsejándole sobre cómo sacar mayor rendimiento a Domingos Paciencia, un jugador del Oporto. El entrenador inglés quedó fascinado con sus razonamientos, y le ofreció un puesto dentro del organigrama técnico, donde ya estaba Mourinho como traductor y ayudante.

Villas-Boas, que es el técnico más joven en ganar la Liga portuguesa, hizo tan bien las cosas que cautivó a Mourinho. Este no dudó en llevárselo con él al Chelsea y al Inter de Milán, completando cinco años (de 2004 a 2009), donde ambos se aportaron grandes "beneficios". El mentor aprovechó las dotes de análisis y las estrategias para contrarrestar a sus rivales que le ofrecía su pupilo, mientras que éste descubría el fútbol al máximo nivel, desde cómo manejar egos en los vestuarios a "batallar" con la prensa, de la mano del que por entonces ya empezaba a ser considerado el mejor técnico del mundo, 'the Special One'.

Cuando el actual técnico del Oporto decidió dar el salto y lanzarse en solitario, obtuvo el beneplácito de Mourinho, que veía en él a su mismo reflejo. Aunque se han regalado elogios en varias ocasiones, por su forma de ser también se han lanzado algunos "dardos". Villas-Boas ha afirmado que tiene "más de Robson que de Mourinho", algo que seguro no sentó bien a su compatriota, como tampoco le gustaron los comentarios que afirmaban se notaba la ausencia de su "aprendiz" en los planteamientos tácticos.

Ocultó su edad para ser seleccionador

En el año 2000 asumió el puesto de seleccionador de las Islas Vírgenes, cargo en el que estuvo poco más de un año. Cuando fue despedido, reveló su edad, la cual mantenía en secreto. Regresó al Oporto para ocuparse de los equipos juveniles hasta que Mourinho fichó como primer entrenador, momento en el que pasó a formar parte organigrama técnico del primer equipo. Tras acompañar al técnico madridista en sus periplos por Londres y Milán, cogió las riendas del Académica de Coimbra en 2009,y su buen trabajo le llevó de regreso a Oporto en el verano de 2010. 

Una campaña encaminada a entrar en la historia

Villas-Boas, con la temporada que están cuajando sus "Dragones Azules", lograr resistir cualquier comparación con los éxitos de Mourinho al frente del mismo club, algo que parecía imposible y una locura en el mes de septiembre. Si Mou logró en su primera campaña su triplete histórico, el joven técnico luso puede alcanzar los mismos objetivos.

La Liga portuguesa la tiene ya en sus vitrinas, con el espectacular récord de terminar la competición invicto (27 partidos ganados y 3 empatados), mientras que la Copa de Portugal la peleará en la final con el Vitoria Guimaraes en un encuentro en el que es claro favorito. El mismo favoritismo tiene en el duelo luso de esta noche en Dublín, donde se medirá al Sporting de Braga por la Europa League, la antigua UEFA.

Su ideario futbolístico: intensidad, presión y poderío ofensivo

El Oporto de Villas-Boas ha sorprendido en Portugal y en Europa por la contundencia con la que ha derribado a todos sus rivales a lo largo de temporada. Apoyado en una buena plantilla, con jugadores contrastados como Hulk, Moutinho o Falcao, el entrenador blanquiazul ha dotado a sus jugadores de "hambre", de ganas de conquistar todo los partidos y ser los protagonistas. Un ataque demoledor, presión armónica sobre el rival, pocas concesiones a los rivales,… equipos como el Villarreal ha probaron sus armas en la Europa League, y terminaron eliminados sin contemplaciones.

Aunque su nombre suena para ocupar los banquillos de varios equipos europeos, Jorge Pinto da Costa, el presidente del Oporto, se ha apresurado para renovarle el contrato. Como le sucedió con Mourinho, ve que las posibilidades de lograr más títulos (¿otra Champions?) con esta plantilla y este entrenador son grandes, y no quiere dejarlo escapar… por el momento.