No muchos futbolistas que han vestido la camiseta blanca pueden presumir de una despedida como la que tuvo Ruud Van Nistelrooy el 24 de enero de 2010. Aquel día, con Pellegrini en el banquillo blanco y con el Málaga como rival del Real Madrid, el delantero holandés recibía de manos de Florentino Pérez, el capitán Guti y Jorge Valdano un trofeo por su estancia en el club blanco. Y recibió una de las mayores ovaciones de los últimos tiempos en el Santiago Bernabéu.
Van Gol abandonaba su sueño de ganar la Champions League con el Real Madrid en busca de minutos y con la vista puesta en el Mundial de Sudáfrica, donde quería viajar con la "Oranje". Su destino era Alemania, su Liga la Bundesliga y su equipo, el Hamburgo. Precisamente fue su actual técnico en el Málaga, Manuel Pellegrini, el que apenas le dio oportunidades en su cuarta temporada como madridista.
La intensa relación de Van Nistelrooy con el Real Madrid estuvo a punto de vivir una segunda etapa.¿Por qué? El Pipa Higuaín se lesionaba la espalda a finales de noviembre y por delante tenía varios meses de baja. Mourinho pidió abiertamente y en varias ocasiones un “nueve” para reforzar la delantera blanca lo que quedaba de temporada. Benzema y Cristiano eran las únicas piezas de ataque.
Multitud de nombres salieron a la palestra. Y sobre todo uno por encima de todos: Ruud Van Nistelrooy. El Real Madrid pensó en la vuelta del holandés en el pasado mercado invernal como solución de urgencia y para satisfacer los deseos del entrenador portugués. Pero los blancos no contaban con la oposición del Hamburgo. Ni siquiera los deseos del holandés de retornar a Madrid valieron para nada. El sueño de Ruud se esfumaba así. Adebayor acabaría siendo el “9”.
Unos números de altura
El cariño de la afición blanca por "Van the Man" se entiende por dos razones: la brega del holandés en cada jugada y unos números goleadores, sobre todo en la primera temporada, a la altura de los grandes.
Van Nistelrooy firmó 25 tantos en su primera campaña como jugador del Real Madrid en competición liguera, claves para adjudicarse la Liga. A nivel individual, le sirvieron para llevarse el “Pichichi” de la temporada 2006/07.
Al año siguiente fueron 16 los goles en competición nacional. Lo peor llegó en su tercera temporada cuando cayó lesionado de gravedad en una rodilla ya maltrecha de su etapa en el Manchester United. Ocho meses de baja que le hicieron perder por un tiempo su instinto goleador.
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