¿Y si Bale fuese el primer plantón a Florentino Pérez?

Llega un momento en la vida de casi todo hombre en la que tiene que sujetar con fuerza una pértiga mientras camina por una estrecha cuerda. Bajo él no hay red de seguridad; tan sólo el vacío. Seguir caminando depende de uno mismo pero llega un momento en que alguien puede cortar la cuerda; aunque también puede convertirla en un puente estable y seguro. Este momento es, sin duda, una declaración de amor.

Si la afortunada acepta, el mundo se paraliza para los dos enamorados y los cinco sentidos de cada uno de ellos se disponen a apreciar y disfrutar de un momento único. Por contra, si la muchacha deniega la petición, el valiente cae en un profundo abismo del que deberá salir a base de paciencia.

Puede que no sea tan lírico, pero esta situación -llevada al fútbol- la ha vivido Florentino Pérez, y el madridismo en general, en innumerables ocasiones. Desde que el presidente de ACS se sienta en el palco de honor del Bernabéu no ha habido crack mundial que se resista a sus encantos.

El primero en caer ante los halagos y promesas de Florentino fue Luis Figo. El luso cambió el Barcelona por el Madrid para ser el primero de un proyecto galáctico que empezaría bien pero acabaría bastante mal. La negociación no le llevó mucho tiempo a Florentino, que eclipsó al Barça con sesenta millones de euros.

A Figo nada le importó convertirse en persona 'non grata' en la Ciudad Condal, él vivía su particular historia de amor en la capital. La banda derecha se convirtió en su lugar de trabajo, pero también en su fábrica de sueños para una afición que no tardó en elevarlo a un pedestal.

Un año después llegó a Madrid Zinedine Zidane. El francés requirió de más citas para acabar enamorándose del proyecto de Florentino, si bien es verdad que desde su primer encuentro -con la famosa proposición indecente en forma de servilleta- el galo se dejó hacer.

Más aún le costó a Florentino el fichaje de Ronaldo. Su tránsfer llegó a la Federación minutos antes de que acabara el mercado de fichajes. Incluso dice la leyenda de que el fax llegó a los pocos minutos del uno de septiembre de 2002. Aunque 'O Fenómeno' no tenía gran relación con su entrenador, Héctor Cúper, lo cierto es que el Inter se hizo de rogar para desprenderse de su estrella.

David Beckham, Robinho -que llegó incluso a rebelarse contra su amado Santos- o Michael Owen han sido otros de los enamoramientos pasajeros de un Florentino que ha ido construyendo un jardín a base de las flores más bonitas del mundo, por poco efectivo que esto resultase. Kaká y Cristiano Ronaldo fueron los dos últimos cracks en sucumbir ante los encantos de Florentino.

Pero en esta bonita historia de amores, podría llegar el primer 'no'. La operación de Gareth Bale parece mucho más complicada que cualquiera de las anteriores. El Tottenham se niega en rotundo a venderle, poniendo excusas como que quiere que sea el fichaje más caro de la Premier. Los ingleses ni siquiera están cumpliendo con el jugador, a quien prometieron negociar el año pasado si no se metían en Champions y este verano llegaba alguna oferta interesante.

Además, en la Premier League no hay cláusulas de rescisión, por lo que el precio de un traspaso depende del acuerdo al que lleguen ambas partes. Aunque parece que el jugador sí quiere venir, lo cierto es que los problemas para que Florentino Pérez pueda sumar otro éxito a su lista de grandes fichajes son mayores que otras veces. Ni siquiera la mediación de alcahuetas como Ancelotti -que confirmó el interés de los blancos por el jugador- parece haber facilitado el asunto.

Desde luego que queda casi todo un mes y que Florentino se las sabe todas para acabar conquistando el corazón (y la cartera) de equipo y jugador; pero también es verdad que da la impresión de que por primera vez no depende todo de él. Florentino se siente débil, como cuando alguien se declara. Veremos si el Tottenham renuncia a su sueño para que el madridismo pueda ilusionarse un año más.