Yarisley Silva, la bailarina rechazada por sobrepeso

  • "A mí lo que más me gusta es bailar", admite Yarisley Silva, medalla de oro en salto con garrocha este miércoles en el Mundial de Pekín.

Llegó al atletismo precisamente tras una decepción de niña, cuando fue rechazada en un ballet por tendencia al sobrepeso.

"Antes de la garrocha hice unas pruebas de ballet y la profesora me dijo que iba a ser un poco gorda, que iba a tener también mucha musculatura. No pude entonces y me tuve que salir", recordó Silva, de 28 años, el martes en Pekín, tras lograr la clasificación para la final mundial.

Tenía entonces 8 años y fue su primera gran desilusión porque llevaba meses haciendo estiramientos y pasos, pensando en esa prueba para empezar a dedicarse al ballet clásico.

Le sugirieron entonces que buscara sitio en un cuerpo de bailes latinos, pero su siguiente intento fue ingresar en la Escuela de Arte para hacer piano, algo para lo que tampoco tuvo fortuna.

La vida le fue dirigiendo al atletismo, donde probó distintas disciplinas. Fue velocista, lanzadora y finalmente llegó a la garrocha de la mano del profesor Nilo.

"Yo no sabía que existía la garrocha. Me enseñaron cómo se agarraba y fue un hobby, me gustó, era algo diferente, algo distinto. Era una niña. Me enfoqué en eso", recuerda.

Saltó 2,50 metros en su primer intento y se sintió muy bien con esa experiencia de empezar a volar. Tenía entonces 13 años y comenzaba, aunque ella todavía no lo sabía, una brillante carrera.

Años después, los grandes éxitos empezaron a venir encadenados: oro panamericano en 2011, plata olímpica en 2012, bronce mundial en 2013, oro mundial bajo techo en 2014 y nuevo título panamericano en este 2015, antes de su tarde mágica este miércoles en la capital china.

No siempre el camino al éxito ha sido fácil y en distintas fases de su carrera ha tenido bajones de forma muy relacionados con su estado anímico, que le han llevado a pedir ayuda psicológica, para ganar confianza.

Sus padres, su entrenador y su novio son sus otros pilares y a los tiene presentes después de cada éxito.

"Héroe o mártir", es la frase que le repite insistentemente su entrenador y la que tiene muy presente: se puede triunfar o se puede perder, pero siempre tras haber luchado hasta el final.

Con su gran año 2015, ya puede bailar para celebrarlo. La única duda será saber qué tipo de baile, ya que a Silva le gustan casi todos.

"Bailo reggaeton, bailo casino, de todo un poco", explica.

La samba de momento no, pero puede empezar a practicar, ya que el próximo año será una de las favoritas en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, su gran sueño.

dr/psr/pm

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