Así lo recoge en un artículo en su blog de opinión en 'El Confidencial' titulado 'Hungría 1956' y donde analiza lo ocurrido en el levantamiento popular masivo para crear un Gobierno presidido por Imre Nagy, que "era comunista, pero dispuesto a hacer concesiones a los rebeldes".
Recalca que la antigua Unión Soviética aplastó la rebelión y provocó "un auténtico baño de sangre", con más de 2.500 muertos en los combates y "una ola de más de 200.000 refugiados que se vieron obligados a huir de su patria". Recuerda que entre los exiliados estaba el famoso Pancho 'Puskas', que recaló en el Real Madrid.
"En un momento en que el neocomunismo disfrazado de populismo se ha convertido en una opción aceptada por un número no desdeñable de compatriotas, a los españoles que siempre vamos a defender la libertad nos parece que ese monumento sería un acto de justicia para los que murieron en Hungría", señala.
Además, lo ve como "un motivo de reflexión para los que tengan la tentación de coquetear con partidos políticos que se consideran a sí mismos herederos de esa ideología comunista, que tanta miseria material y moral ha llevado donde han logrado llegar al poder", recalca en su artículo.
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