Pekín protesta ante el anuncio de Obama de mejorar los F-16 vendidos a Taiwán

  • Pekín protestó hoy ante el anuncio de la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama, de mejorar los aviones de caza F-16 vendidos a Taiwán, a pesar de que Washington ha decidido no vender nuevos aparatos a la isla, que mantiene un conflicto de soberanía con China.

Pekín, 19 sep.- Pekín protestó hoy ante el anuncio de la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama, de mejorar los aviones de caza F-16 vendidos a Taiwán, a pesar de que Washington ha decidido no vender nuevos aparatos a la isla, que mantiene un conflicto de soberanía con China.

"Ningún individuo ni país puede socavar la firme decisión del gobierno y del pueblo de China de defender su integridad territorial y su soberanía y nos oponemos a cualquier intervención", manifestó hoy en rueda de prensa el portavoz de la cancillería china, Hong Lei.

"Estados Unidos debe abstenerse de vender armas a Taiwán para evitar perjudicar las relaciones bilaterales" con China, concluyó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Las palabras del funcionario chino se producen horas después de que Washington decidiera no vender los aviones F-16 que le solicitó Taiwán, entre críticas de miembros del Congreso que consideran que Obama está cediendo así a las presiones de China, según informó el diario "The New York Times".

La decisión de Obama, que fue notificada el viernes a miembros del Congreso, supone la negativa de Washington a vender los 66 aviones F-16 solicitados por Taiwán a cambio de rehabilitar la envejecida flota aérea de esa región, y podría ser anunciada de forma oficial esta semana.

Taiwán y China se escindieron en 1949, después de que los nacionalistas del Partido Kuomintang se refugiaran en la isla tras perder la guerra civil contra los comunistas de Mao Zedong, y aunque Washington reconoció al régimen chino en 1979, mantiene un acuerdo con la isla en materia de defensa en caso de que ésta sea atacada.

El objetivo de la compra de aviones F-16 por parte de la isla es, según Taiwán, defenderse de una potencial agresión del régimen chino, que apunta a su vecino con un arsenal de más de 1.500 misiles con los que atacaría en caso de que Taipei proclamara formalmente su independencia, algo que no ha hecho en más de seis décadas.

A pesar de la distensión en las relaciones entre ambos territorios desde que el presidente Ma Ying-jeou asumió el poder en Taiwán en 2008, lo que ha alejado el peligro inmediato de conflicto, ambos territorios han proseguido con su carrera armamentística.

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