(AMPLIACIÓN) DELOITTE DICE QUE LAS AUDITORÍAS PARA LA SALIDA A BOLSA DE BANKIA SE HICIERON A INSTANCIAS DEL BANCO DE ESPAÑA Y LA CNMV

- La acusación popular pide la imputación de Fernández Ordóñez y del subgobernador del Banco de España. La firma auditora Deloitte y su socio Francisco Celma declararon como investigados este lunes en la Audiencia Nacional sobre la auditoría que avaló la salida a Bolsa de Bankia. El principal argumento de su defensa se centró en que se actuó “en todo momento siguiendo instrucciones del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)”, los órganos encargados de la vigilancia del sistema financiero.
Según explicó Andrés Herzog, en representación de la acusación popular ejercida por la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), la firma auditora entregó al magistrado dos cartas, una de mayo de 2013 y otra de abril de 2014, que demostrarían que los trabajos de auditoría y consultoría de Deloitte “se hicieron a requerimiento de los órganos reguladores”.
Deloitte y Celma cimentaron su defensa en los mismos argumentos durante las cuatro horas que duró su declaración. Según Herzog, las revelaciones de hoy revisten especial importancia porque ponen en entredicho la labor de los órganos de control y supervisión.
De hecho, al término del interrogatorio Herzog solicitó que se interrogue a los responsables del Banco de España y de la CNMV para aclarar los extremos expuestos hoy por Deloitte y comprobar si esos requerimientos existieron. La acusación popular pidió el pasado 8 de junio la imputación del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez y del actual subgobernador del regulador, Fernando Restoy.
El juez Fernando Andreu investiga la labor de Deloitte como auditora que validó las cuentas presuntamente irregulares de Bankia utilizadas para avalar su salida a Bolsa en el verano de 2011.
La auditora defendió hoy el informe que refrendaba la existencia de provisiones suficientes para hacer frente a eventuales contingencias. En definitiva, confirma que en el momento de salir a Bolsa, la entidad tenía “colchón” suficiente para afrontar el proceso, justo lo contrario de lo que sostienen los peritos judiciales.
Sin embargo, Bankia, bajo la Presidencia de Rodrigo Rato, reformuló las cuentas de la entidad en mayo de 2012, poniendo al descubierto un agujero que desembocó en la nacionalización del banco. Deloitte se negó a avalar estas nuevas cuentas, lo que en última instancia provocó la caída de Rato y la intervención de Bankia.
Herzog indicó a su salida que las revelaciones de Deloitte sobre la actuación de los órganos de supervisión dejan al descubierto las contradicciones de un sistema único en el que estos agentes de control no están dedicados a proteger los intereses de los inversores, sino “promoviendo” conflictos de intereses, ya que la sociedad que firma la auditoría de Bankia está vendiendo otros servicios a la entidad.
Las acusaciones se basan en el informe de los dos peritos del Banco de España, que asegura que los estados financieros recogidos en el folleto de la salida a Bolsa informaron de unas provisiones para insolvencias de 6.913 millones que consideran falsas. Tanto Deloitte como Celma tratan hoy de sacudirse la posibilidad de ser considerados "cómplices de la estafa de Bankia".

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