En un comunicado, la asociación señaló que la potencia aportada por las centrales nucleares que se cierren "debería sustituirse con renovables que aporten potencia firme y gestionable, como la biomasa".
Así, indicó que, a pesar de que la producción de electricidad con biomasa permite muy altas utilizaciones -de hasta 8.300 horas/año- esta tecnología ha sido "la gran olvidada" de las subastas celebradas en 2017.
Para el presidente de APPA Biomasa, Jordi Aguiló, el precio "no puede ser la única variable que se considere", especialmente cuando la biomasa es una de las renovables que mayor estabilidad tiene, independientemente de las condiciones estacionales o atmosféricas.
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