Si el Banco Central Europeo metiese 200 euros al mes en tu cuenta, ¿los gastarías?

  • Inyectar dinero directamente en la economía, procedimiento denominado 'helicóptero de dinero', no ayudaría a evitar el riesgo de deflación, según un estudio de ING.

    La intención de Mario Draghi, presidente del Banco Central europeo (BCE), es situar la inflación en torno al 2%, pero por debajo, algo que no ha conseguido en su mandato.

El presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi en rueda de prensa el 21 de abril de 2016 / Daniel Roland (AFP)
El presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi en rueda de prensa el 21 de abril de 2016 / Daniel Roland (AFP)
L.Díaz

Con 200 euros extra en la cuenta bancaria de los ciudadanos europeos durante cada mes a lo largo de un año aumentaría el gasto, lo que repercutiría en la inflación, ayudándola a alejarse de la temida deflación. O eso se supone, porque un estudio de ING desmonta esta teoría, asegurando que una inyección directa no tendría una repercusión real en la economía ya que los ciudadanos lo dedicarían al ahorro.

Esta técnica es conocida como 'helicóptero de dinero', una imagen visual para definir el traspaso de dinero desde los bancos centrales hasta los consumidores. Un método heterodoxo para impulsar la débil inflación que arrastra la eurozona desde hace años -fijada al 0,4% en septiembre-. La mayor preocupación de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha sido poner punto final a este riesgo, aunque sus políticas monetarias no lo han conseguido.

Draghi ha calificado este concepto en alguna ocasión como "interesante", aunque el banquero italiano negó que se haya planteado en el seno del BCE ya que un "es concepto lleno de dificultades". Su puesta en marcha parece imposible, debido a que nadie ha hecho nada similar en la historia a este concepto mencionado por primera vez hace 50 años por el Nobel de Economía Milton Friedman.Los europeos no gastarían ese dinero

Para realizar el estudio se entrevistó a 12.000 personas de 12 países europeos. Cuando eran preguntados sobre qué harían con ese dinero, solo el 26% decía que se lo gastaría, el 52% lo ahorraría o invertiría y el 15% lo usaría para pagar deudas. Un 5% no lo sabe y un 2% lo destinaría para otras cosas. Para saber si la inyección tendría repercusiones reales, el estudio de ING indagó en qué y cuánto gastarían del total cedido por el BCE. Calcula que los consumidores usarían el 24% de esos 200, lo que supone 48 euros al mes o un plus de 576 al año.

A día de hoy, la Unión Europea tiene en funcionamiento el Plan de Inversiones para Europa -más conocido como 'Plan Juncker'- que supone un coste de 315 000 millones de euros en inversiones privadas y públicas a lo largo de tres años. Motivo por el que ING asegura que, teniendo en cuenta la población de la eurozona, esta idea sería más costosa. En concreto, saldría por 816.000 millones al año. Pero al 'Plan Juncker' habría que sumarle el 'Plan Draghi', las compras de activos de 80.000 millones de euros mensuales realizada por el BCE hasta marzo de 2017.

Así, la gran mayoría de los encuestados (42%) piensa que esta medida no tendría ningún efecto en los precios, un 34% piensa que sí serviría para aumentar la inflación y un 7% cree que la bajaría. Existe un 17% que afirma no saber que ocurriría. En cuanto a cómo afectaría a la economía, un 39% cree que el crecimiento sería más fuerte que hasta ahora si se extiende esta técnica 12 meses. Un 31% opina que sería todo igual, un 13% que sería débil y un 16% no lo sabe.

Por países también cambia el gasto que harían de este dinero caído de los helicópteros. Los italianos van a a la cabeza, ya que un 38% lo destinaría para sus gastos. En la otra punta está Rumanía, ya que solo un 12% lo utilizaría para sus gastos. España se queda fuera del podio, en concreto en el cuarto puesto, con un 28% de ciudadanos dispuestos a gastar esos 200 euros mensuales extra, pero cerca de la media europea, que es del 26%. Eso sí, cuando son preguntados sobre su visión del 'helicóptero de dinero', el 54% lo ve con buenos ojos y solo un 14% piensa que sería mala idea. El 31% restante o no lo sabe o cree que ni es bueno ni malo.Su efecto sería "limitado"

"Si la gente se comportara tal y como han declarado en la encuesta, habría que cuestionar la efectividad de este tipo de estímulo", ha declarado Ian Bright, economista senior de ING. Para Bright sería mejor invertir ese dinero en políticas expansivas más ortodoxas como gastar en infraestructuras o bajar los impuestos. O incluso inyectar dinero para eliminar deuda nacional, algo que la normativa europea prohíbe.

Esta controvertida herramienta, teóricamente, facilitaría que las familias gastasen más sin necesidad de endeudarse, ya que el aumento de sus ingresos está facilitado por los bancos centrales. El estudio de ING sugiere que no cumpliría con ese deseo, que sería el único motivo por el que el BCE lo pondría en funcionamiento. Si los consumidores prefieres ahorrar, la inflación no podría remontar el vuelo.

Otros organismos, como el Banco de Japón, lo han descartado en varias ocasiones. La situación del país nipón es incluso peor, ya que los precios llevan años en caída, por lo que el gobierno continua inyectando dinero en la economía sin lograr resultados. Similar a lo que ocurre en la eurozona. También el Banco de Inglaterra lo descartó, y ni el riesgo de deflación por el Brexit evitó un tajante no.

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