ABERTIS VE “CONDICIONES” PARA UN ACUERDO SOBRE LAS RADIALES CUANDO SE CONFORME NUEVO GOBIERNO

- Alemany ironiza: “Soy el último mohicano que cree en un acuerdo”. El presidente de Abertis, Salvador Alemany, afirmó este jueves que “se estuvo a punto” de conseguir un acuerdo para abordar los problemas financieros de las autopistas radiales de Madrid, por lo que se mostró confiando en que cuando haya un nuevo Gobierno se podrá “reconducir todavía” la situación porque “se dan condiciones para ello".
Durante su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la UIMP de Santander, patrocinado por BBVA, el responsable de Abertis abordó la problemática de las vías de peaje en quiebra y, en concreto, de las radiales de Madrid.
Abertis tiene participaciones en empresas propietarias de las radiales R-5 (Madrid-Navalcarnero), R-3 (Madrid-Arganda) y R-2 (Madrid-Guadalajara). “Hemos de confiar de que en la situación en la que están, en cuanto se recomponga la capacidad de decisión del Gobierno se pueda reconducir todavía porque se dan las condiciones”, indicó.
En este sentido, Alemany quiso dejar claro que “ganar no va a ganar nadie”, y que la importancia del acuerdo radica en que “se salve el prestigio del sistema concesional español, que tiene mucho” a nivel internacional.
Según el presidente de Abertis, éste es un “problema de todos” y como ha dicho en numerosas ocasiones es necesario que “cada palo aguante su vela” porque “lo que legitima el beneficio es que cuando te equivoques sepas perder”.
Preguntado por su elevada confianza en el acuerdo, el responsable de Abertis ironizó señalando que “soy el último mohicano que cree un acuerdo”.
ERRORES PÚBLICOS Y PRIVADOS
Alemany reconoció que los “errores” que han llevado a las radiales de Madrid a la quiebra “no son sólo públicos, también son privados”, y pasó a detallar algunos de los problemas que han tenido que afrontar estas concesiones.
Así, indicó que “hay problemas de diseño y, sobre todo, de precisión de los proyectos”. En este sentido, expuso que, por ejemplo, en las radiales 3 y 5, en las que tuvieron una participación más directa, se llegaron a producir 17 proyectos de modificación solicitados por la Comunidad de Madrid sobre el proyecto inicial que se había sacado a concurso.
“Y sobre la marcha, pues no era para tener situaciones de obras interrumpidas, se iban resolviendo los problemas”, y “no siempre con los pactos necesarios para asumir nuevos compromisos de obra”, señaló.
Alemany destacó que esta afirmación la hace con la “tranquilidad” de que Abertis no es una constructora y que a ella no le interesa que haya modificaciones de obra y que prefieren proyectos “muy afinados desde el principio” y evitar “cambios que desdibujan el cálculo inicial”.
Para el presidente de Abertis, éste fue un problema más grave que la caída de los tráficos, porque “se alargó y encareció mucho toda la puesta en marcha de esta infraestructuras”.
Otro problema en las radiales fue el coste de las expropiaciones, que afirmó “se alteró de manera brutal”, a lo que se unió el desarrollo y mejora de las autovías paralelas y luego el impacto de la crisis y la “muy seria” caída del tráfico.
La crisis, según Alemany, “pilla” a las radiales “en una edad en la que no va bien no comer; necesitaban que les fuera mejor que en cualquier otro momento”.
“No quiero que se interprete como un lloriqueo, es una historia asumida y pasada”, pero “los problemas se acumularon”, dijo el presidente de la compañía, para añadir que “cuando ya está constatado el drama, cuando todo el mundo asume que se va a perder capital en las radiales” y se negociaba un acuerdo de los distintos agentes del sector privado implicados y el Ministerio de Fomento no se cerró un acuerdo por los tipos de interés.

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