La investigación se inició la semana pasada gracias a que los vecinos avisaron a la Guardia Urbana de que en todo el inmueble --en la calle Castany-- había un fuerte olor a marihuana, ruido por el extractor de aire y habían visto que las luces estaban encendidas 24 horas al día, ha informado este miércoles en un comunicado la policía barcelonesa.
Tras conseguir la orden judicial, agentes de la Urbana accedieron al local y comprobaron que, efectivamente, había una plantación de marihuana, que fue decomisada: 550 planas en diferentes estados de crecimiento, ocho kilos en cogollos, además lámparas para el cultivo, un ordenador y dos cámaras de videovigilancia.
Los técnicos de la empresa Fecsa detectaron también que se estaba produciendo un fraude eléctrico con un consumo de 60 Amperios porque el local estaba conectado sin contrato a la red eléctrica, según la Guardia Urbana.
El hombre fue detenido como presunto responsable de un delito de defraudación de fluido eléctrico y de otro contra la salud pública, por una plantación cuyo potencial de beneficio en la producción anual la Guardia Urbana calcula en unos 775.000 euros.
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