FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ NO CONOCÍA LOS CORREOS CONTRARIOS A LA SALIDA A BOLSA DE BANKIA Y DEFIENDE QUE SUS SUBORDINADOS NO LE INFORMARAN

El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez declaró este jueves en la Audiencia Nacional en calidad de investigado por la salida a Bolsa de Bankia en 2010. Aseguró que no conocía los correos del departamento de Inspección que alertaban de los riesgos que podía entrañar la operación y dijo que sus subordinados “hicieron bien” al decidir no informarle.
Justo antes había declarado también Javier Aríztegui, exsubgobernador del Banco de España cuando se produjo la salida a Bolsa de la entidad. Esta es la primera vez que Fernández Ordóñez, que estuvo al frente del organismo entre junio de 2006 y junio de 2012, declara como investigado en esta causa, aunque ya lo hizo como testigo hace cuatro años, en febrero de 2013.
El juez central de instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, está tomando declaración a lo largo de esta semana a una docena de exdirectivos del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Entre ellos declarará en calidad de testigo José Casaus, el inspector que desaconsejó la oferta pública de venta por las dudas sobre la viabilidad de la entidad.
El juez les ha citado a instancias de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que consideró que "existían indicios múltiples bastantes" de la comisión de un delito, aceptando parcialmente el recurso interpuesto por la acusación popular de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que reiteradamente había solicitado dichas comparecencias, que el juez Fernando Andreu rechazó hasta en tres ocasiones.
Según fuentes jurídicas, en su declaración de esta mañana, Fernández Ordóñez, insistió en que “todo estaba perfecto” para que la entidad abordara el proceso de salida a Bolsa y dijo no tener conocimiento alguno de que existieran correos internos en el departamento de Inspección del Banco de España en los que se manifestaran reticencias sobre la operación.
Tras insistir en que nunca le llegaron esas comunicaciones, el exgobernador del Banco de España defendió que sus subordinados “hicieron bien” en no remitirle esas comunicaciones porque “yo no tenía por qué conocerlas”.

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