La compañía explicó que este nuevo vehículo se convierte en el primero que combina la motorización de gasolina de 2.0 libros desarrollada para los John Cooper Works con la nueva generación de tracción a las cuatro ruedas ALL4.
Este automóvil cuenta con una estética exterior característica de las versiones más deportivas de la gama, al tiempo que se ha mejorado la resistencia aerodinámica y también se ha optimizado el puesto de conducción.
El Mini John Cooper Works Clubman incorpora una motorización de gasolina de 2.0 litros y cuatro cilindros que desarrolla una potencia máxima de 231 caballos, lo que supone 31 caballos más que el Clubman S. De serie utiliza una transmisión manual de seis velocidades, aunque puede montar como opción la caja deportiva Steptronic de ocho velocidades.
Con la caja de cambios manual el consumo de combustible del modelo se sitúa en 7,4 litros (6,8 litros para el automático), mientras que las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) son de 168 gramos por kilómetro con el manual (154 gramos por kilómetro con el automático).
El nuevo modelo deportivo de la gama Clubman es capaz de acelerar de cero a cien kilómetros por hora en 6,3 segundos con los dos tipos de transmisión, mientras que su velocidad máxima se sitúa en 238 kilómetros por hora.
Como elementos de equipamiento destacan el dispositivo de arranque y entrada sin llave, el testigo de presión de los neumáticos, la cámara de marcha atrás, el Park assistant, el control de crucero activo basado en cámara, la detección de señales de tráfico o el asistente para luz de carretera, entre otros.
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