En concreto, el senador socialista Ander Gil exigirá explicaciones pormenorizadas sobre los motivos que este miércoles, sobre las 10.15 horas, propiciaron que este bidón cayera al suelo desde una altura de tres metros y se vertieran unos tres litros de agua radiactiva, según recoge el acta de inspección trimestral del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).*
De acuerdo con el acta firmada por el inspector residente, atendiendo a criterios de contaminación superficial, la zona estaba por debajo de 0,4 Bequerelios por centímetro cuadrado y, tras recoger el vertido, se optó por retirar la capa superficial de asfalto para recuperar los valores iniciales.
Gil, a través de un comunicado recogido por Europa Press, insiste en que al Partido Socialista de Castilla y León "le preocupa la seguridad de Garoña" tras más de cuatro años y medio (desde diciembre de 2012) parada por decisión unilateral de Nuclenor.
El CSN reconoció en febrero de 2017 que Garoña no reúne los requisitos de Seguridad necesarios para cargar uranio y producir electricidad, pero, aún así, decidió informar positivamente su autorización de renovación de explotación de forma indefinida, "algo inédito en la historia de la seguridad nuclear española".
Esta situación, a juicio de los socialistas, se debe a que Nuclenor, la empresa propietaria, no ha realizado las inversiones en materia de seguridad que llevan siendo años requeridas por este organismo.
El Gobierno de España tiene de plazo hasta agosto para conceder, o no, la autorización administrativa de renovación de explotación, a pesar de que la planta burgalesa no reúne todavía las exigencias de seguridad nuclear solicitadas por el CSN en julio de 2014.
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