El Gobierno de Asturias pondrá en marcha este mes un programa de intermediación que pretende impulsar el alquiler de viviendas a precios moderados, según ha explicado este sábado en rueda de prensa la consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela. varela ha presentado la iniciativa, acompañada por el director general de Vivienda, Fermín Bravo, y por el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias (API), Antonio Vega.
Según ha informado el Ejecutivo, el nuevo plan, que se ha elaborado con la colaboración de la API, pretende dinamizar el mercado del alquiler de vivienda favoreciendo a todas las partes implicadas.
Para ello, introduce garantías para los propietarios, por una parte, y fija precios máximos y un contrato único sin cláusulas añadidas para beneficio de los inquilinos, por otra. Del mismo modo, otorga una función prioritaria a los profesionales del sector inmobiliario, al crear la figura del agente colaborador acreditado, con especial protagonismo en el desarrollo del programa.
La coordinación corresponde a la empresa pública Vipasa, que será la responsable de controlar la acreditación y el posterior trabajo de los agentes colaboradores, validar las operaciones de arrendamiento y suscribir las pólizas de garantía para los arrendadores.
Podrán ser colaboradores los agentes y profesionales inmobiliarios, los ayuntamientos y las organizaciones no gubernamentales que desarrollen programas de alojamiento. Serán retribuidos con una mensualidad de cada uno de los contratos de alquiler que realicen.
Las garantías al propietario incluyen asistencia jurídica, indemnización por desperfectos y hasta doce meses de impagos. El proyecto establece también que los inmuebles solo pueden destinarse a vivienda habitual, que los inquilinos deben contar con fuentes regulares de ingresos y que no pueden optar a alquileres que superen el 30% de sus ingresos netos.
El Principado fija además unos precios máximos para las viviendas adscritas al programa, en consonancia con los valores de mercado y agrupados en tres categorías, en función de los tamaños de los municipios y la antigüedad de los pisos.
Así se establece que el precio más caro por metro cuadrado es de 5,80 euros y el más barato, de 4,30 euros, siempre referido a viviendas con más de 46 metros cuadrados útiles. La tarifa no incluye los gastos generales de la comunidad de vecinos, que corren por cuenta del propietario.
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