Rui Nabeiro, rey del cafe en Portugal y mecenas de su pueblo natal

Empresario filántropo de 85 años, Rui Nabeiro amasó la duodécima mayor fortuna de Portugal en la industria del café, dando de paso trabajo a uno de cada cinco habitantes de su poblado natal, Campo Maior, uno de los pocos que escapa a la crisis que golpea el este del país.

A pesar de su edad, este hombre de mirada tranquila y sonrisa fácil, sigue al comando de la empresa familiar, fundada en 1961 y que ya es la numero uno del café en Portugal, con una facturación anual de 350 millones de ellos, una cuarta parte en el extranjero, en países como Angola, España o Francia.

"Crear un puesto de trabajo es crear riqueza para alguien. Jamás pensé de forma egoísta y siempre trato de ayudar a los que me ayudan. Es esta actitud la que me permitió tener todo lo que he acumulado", dijo a la AFP el anciano propietario del grupo Delta.

En la actualidad, Delta es la marca número 1 de café en Portugal, con un 31% de cuota de mercado y un volumen de negocio de 350 millones de euros; un cuarto de los ingresos provienen de la venta de su café en 40 países de todo el mundo.

Su fortuna, estimada en 390 millones de euros, lo sitúa como el duodécimo hombre más rico de Portugal, de acuerdo con la clasificación de la revista Exame.

Pero para él su fortuna es "una patrimonio al servicio de la comunidad".

"Hablar de millones es una ofensa en un país en el cual todavía hay tanta pobreza", agrega en el escritorio de su oficina en la planta de torrefacción y embalado de café, la más importante de toda la Península Ibérica.

En las calles de Campo Maior, un poblado de 8.500 habitantes cerca de la frontera con España, Nabeiro es omnipresente: una estatua suya se erige en la plaza central desde 1998 y su nombre figura aquí y allá, sea en el frente de una escuela o en un centro deportivo comunal.

El empresario, militante socialista y alcalde del pueblo durante una década, es dueño además del único hotel, del supermercado, la clínica médica y hasta el negocio de venta de automóviles.

Y los pobladores no ocultan la admiración por ese vecino que llegó al éxito.

"Es una buena persona que quiere su pueblo y que ayuda a mucha gente dándoles trabajo", dice Antonio Susana, un ex obrero de la construcción y cuya esposa trabajó toda su vida para el Grupo Delta, camino que hoy siguen sus dos hijos.

"Es un hombre cordial y simple", acota por su lado Joao Custodio, de una treintena de años y funcionario municipal. Joao dice que el pueblo es como un "oasis" en una región portuguesa azotada por el desempleo y el éxodo de los jóvenes.

Campo Maior es la única de las 15 comunas del sector de Alto Alentejo que vio aumentar su población entre los censos de 2001 y 2011.

Cuando la crisis de la deuda en la zona euro golpeó de lleno en Portugal, sumiendo al país en la crisis y la recesión, Nabeiro afrontó las dificultades con su optimismo innato.

"Le dije a mis colaboradores que no quería escuchar ni siquiera mencionar la palabra crisis. Nuestras ventas bajaron un poco, es cierto, pero ya nos recuperamos", recordó el empresario quien rehusó despedir trabajadores y que hoy --estima- con 3.300 asalariados (la mitad en Campo Maior) todavía tiene un exceso de plantilla de 10 a 15%.

Los problemas de mis empleados son los míos y viceversa" enfatiza este hombre, hijo de campesinos analfabetos y que siempre agradece "la suerte de haber podido hacer la escuela primaria".

La sociedad que el octogenario dirige hoy con la ayuda de hijos y nietos se inició a partir de una pequeña planta de torrefacción destinada a abastecer el vecino mercado español.

Con el crecimiento, vino el interés por la empresa y grupos multinacionales como Nestlé o Pepsi intentaron comprar Delta a la familia Nabiero.

Pero el patriarca rechazó todas las ofertas, porque -con simpleza- explica que en su punto de vista la empresa "le pertenece a los que trabajan en ella".

tsc/bh/mb/aoc

Mostrar comentarios