El Santander, con el 'ladrillo' del Popular, desafía a Sareb como líder inmobiliario

Ana Botín, presidenta de Banco Santander.
Ana Botín, presidenta de Banco Santander.

La compra del Banco Popular por el Santander tiene muchas aristas. No sólo es la adquisición del negocio bancario puro y duro, ni asumir las emisiones de deuda que tenía su competidor, también tiene que hacerse cargo de su actividad inmobiliaria. La misma en la que el Santander lleva años soltando un lastre millonario y donde ahora va a tener que adelgazar de nuevo. Los dos bancos juntos, a falta de saber cuál es la valoración real de los activos del Popular, sumarán ‘ladrillo’ valorado en 25.000 millones de euros. Superarán así, con creces, a la Sareb, el banco malo creado para soltar el lastre inmobiliario de las antiguas cajas de ahorros.

La entidad presidida por Ana Botín tiene en cartera inmuebles valorados en 8.061 millones de euros, según su memoria anual del ejercicio 2016. De ellos, algo más de 5.000 millones son suelo y casi 2.200 millones edificios terminados. El resto son promociones en construcción. Al cierre del ejercicio tenía provisionado el 58% de todos esos activos. Santander ha llegado a esa cifra después de ir recortando su exposición al sector de manera drástica porque, hace cinco años, superaba los 42.000 millones de euros. Entre otras medidas, en 2014, vendió su negocio inmobiliario Altamira al fondo Apollo a cambio 664 millones de euros.

Ahora, con el Popular, cambia el paso y tiene que asumir de golpe la fuerte apuesta promotora de su excompetidor. Más aún, tiene pendiente conocer la valoración exacta de todos sus activos inmobiliarios. En el momento de ser adquirido, el Popular estaba realizando un análisis de 40.000 inmuebles porque, simplemente, no sabía su ‘precio’ real. Si hay más agujero tendrá que ser cubierto con la ampliación de capital de 7.000 millones con la que Santander va a financiar la adquisición.

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El ladrillo del Popular lleva meses engordando. Al cierre de 2016 señalaba que el valor contable base de sus activos inmobiliarios en España era de 10.306 millones, según su memoria anual. Pero hay más. La entidad de origen cántabro cifró hace una semana el valor bruto total de los activos inmobiliarios del Popular en 17.700 millones de euros. A ellos, suma otros 12.100 millones de créditos morosos ligados al ladrillo. Sobre esos 29.800 millones de euros tendrá que realizar una provisión de 7.200 millones de euros, para tener una cobertura sobre estos del 69%.Juntas, más que la Sareb

Con ese volumen de inmuebles y de suelo, la suma de las dos entidades deja atrás a la Sareb. El ‘banco malo’ cerró 2016 con una cartera de activos inmobiliarios valorada en 12.292 millones de euros.

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (el nombre completo del ‘banco malo’) lleva desde su creación vendiendo inmuebles y suelo, pero eso no significa que vaya adelgazando esa cartera. Al contrario, ha aumentado en un 8,3% desde su creación en 2012. El motivo es la transformación de su cartera de activos financieros (que suma 27.842 millones) en inmuebles. Es decir, va ejecutando las garantías de préstamos a promotores y se queda edificios y suelo, más líquidos y más fáciles de vender.

En el último ejercicio, por ejemplo, vendió cerca de 14.000 inmuebles. La venta total de activos le reportó 3.923 millones de euros. De ellos, 1.053 millones, sólo en inmuebles. Sin embargo, no fue suficiente para abandonar los números rojos. La Sareb perdió 663 millones en 2016.Santander, dueño del 22% de la Sareb

El banco malo está concentrado en la venta de inmuebles, acaba su misión en 2027, y Santander va a hacer lo propio porque quiere vender la mitad de los activos inmobiliarios en año y medio. Habrá competencia feroz en un sector que vuelve a recuperarse. Pero no son sólo competidores.

Tras la compra del Popular, Santander se refuerza como segundo mayor accionista de la Sareb, sólo por detrás del Estado. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) tiene el 45,9% del ‘banco malo’. Hasta esta operación, la entidad con sede en Boadilla del Monte tenía el 16,62% que sumará al 5,68% que hasta ahora controlaba el Popular. Así, más del 22% de la Sareb será del Santander. El velo que separa a los actores inmobiliarios es cada vez más tenue.

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