La T-Movilidad, el nuevo sistema tarifario integrado basado en la tecnología de validación sin contacto que permitirá pasar de la banda magnética al chip, se empezará a implantar finalmente en Barcelona y las seis coronas metropolitanas en 2017, pese a que se preveía que fuera una realidad en 2016, y se extenderá al conjunto de Catalunya en 2018.
Así lo ha dicho en una entrevista de Europa Press el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Rull: "Se trata de la apuesta tecnológica más importante que se hará en el conjunto de Europa en transporte público".
Por ello, Generalitat, Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y Ayuntamiento de Barcelona realizarán una presentación pública en el Mobile Word Congress (MWC), cuya próxima edición se celebrará del 27 de febrero al 2 de marzo de 2017 en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
"En Catalunya existe una apuesta de primer orden por la 'smart mobility', y la T-Movilidad es la expresión más ambiciosa de la 'smart mobility' en el conjunto de Europa", ha asegurado el conseller.
Pese al retraso en su puesta en marcha, los usuarios sí podrán ver este 2016 la instalación de la nueva maquinaria en la entrada de las estaciones, y la T-Movilidad convivirá con los títulos actuales durante un tiempo para facilitar al usuario el cambio tecnológico.
El despliegue de este nuevo titulo levantó recelos entre entidades de usuarios como Stop Pujades o Promoción del Transporte Público (PTP) en cuanto a la gestión de los datos y el mantenimiento de la privacidad de los usuarios por parte del operador privado SOC Movilidad, en el que se integra el consorcio formado por Caixabank, Fujitsu, Indra y Marfina, el adjudicatario del contrato.
El contrato, de entre 13 y 15 años, se adjudicó en 2014 por 58,1 millones de euros que se destinarán a implementar la maquinaria y el programario necesarios para lanzar la T-Movilidad en todas las empresas de transporte público que forman parte del sistema tarifario integrado, si bien la ATM tendrá el control y la propiedad del sistema.
Parte del retraso en la implantación de este nuevo sistema se debe a que Generalitat, ATM y Ayuntamiento de Barcelona han renegociado un acuerdo para introducir modificaciones que mejoren el control público del proyecto, con lo que la administración tendrá la definición del sistema tarifario, la red de comercialización y la explotación y control de las bases de datos en el marco de una gobernanza inteligente.
Se prevé que el consorcio liderado por CaixaBank percibirá entre 22 y 25 millones de euros anuales por una inversión inicial de 70 millones --para máquinas de venta y validadoras--, ya que cobraría 0,0197 céntimos de la administración por cada validación que se realice.
La T-Movilidad sustituirá los 84 abonos actuales (14 tipos de títulos por seis zonas de transporte) y su tecnología 'contactless' incorpora un chip electrónico que se podrá implantar en la propia tarjeta y en otros soportes como relojes, pulseras, ropa y en teléfonos móviles que dispongan de la tecnología Near Field Communication (NFC).
PRECIO ADAPTADO A LA MOVILIDAD
Así, los usuarios del área de Barcelona ya no tendrán que llevar diferentes tarjetas en función de las zonas o de los viajes que prevean realizar, sino que el precio del transporte estará adaptado a la movilidad de cada ciudadano de forma que se premiará la recurrencia: el precio del viaje es más barato cuantos más desplazamientos se hagan.
El sistema mantiene las bonificaciones sociales para familias numerosas, monoparentales, jubilados y desempleados, y permite conocer el perfil del usuario de transporte, que dispondrá de un registro y un acceso directo a su cuenta.
Además, se introducirá una validación a la salida en todos los modos interubanos para tener constancia del origen y destino del viaje realizado por el usuario con el objetivo de disponer de más datos para adecuar la oferta a la demanda de movilidad real: "Quizá estemos hablando de una de las mayores 'big data' de Catalunya", ha finalizado el conseller.
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