La llegada de Trump permitirá a China controlar el comercio en el Pacífico

  • El presidente electo de los Estados Unidos ha afirmado que saldrá del TTP, acuerdo comercial entre doce países del Pacífico entre los que China no estaba.

    Los medios chinos cercanos al gobierno de Xi Jinping aseguran que el país asiático podrá "liderar el libre comercio" si Trump opta por el proteccionismo.

Donald Trump, presidente electo de EE UU
Donald Trump, presidente electo de EE UU
L.D.
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Donald Trump ha asegurado que Estados Unidos se retirará del Acuerdo Transpacífico (TPP), un ambicioso tratado comercial que llevaba años negociándose y que buscaba agilizar las relaciones comerciales entre doce países del Pacífico. Rechazo que permitirá a China para rediseñar el mapa del comercio mundial.

Tras conocer se este paso atrás de Trump, la prensa oficial china celebró los hechos. Considerando que era un texto que reforzaría su influencia en Asia, perdiendo Pekín parte de su poder. Los países que forman parte del pacto eran Estados Unidos, Japón, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. 

El republicano apoyó su política económica en la crítica a los tratados de libre comercio, que según el futuro presidente de Estados Unidos destruyen empleos en el corazón industrial del país. Justo donde logró los votos necesarios para quitar la presidencia a Clinton. El TPP, promovido por Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama, fue firmado en 2015 tras años de negociaciones, pero entre los que no está China.China celebra la retirada

Según el People's Daily, el diario que actúa de portavoz del partido comunista chino, el objetivo del TPP es "establecer el dominio económico de América, excluyendo y suprimiendo a China". Por su parte, el periódico Global Times, diario chino conocido por su nacionalismo, considera que "China se beneficiará del aumento del proteccionismo estadounidense", una oportunidad para la segunda economía mundial de "liderar el libre comercio" en el mundo.

Los aliados asiáticos de Estados Unidos, que pasaron años convenciendo a sus votantes de los beneficios del tratado con la esperanza de que sirviera también para acercarse a Washington, están ahora muy decepcionados. 

El TPP era un instrumento de la política de acercamiento a Asia de Barack Obama. "El TPP sin Estados Unidos no tendría sentido", dijo el primer ministro japonés Shinzo Abe tras el anuncio de Trump. En los últimos años, China y Estados Unidos luchan por imponer su visión diplomática en el mundo. Pekín, que quiere ser considerado una potencia, acorde con su economía, aboga por un "nuevo modelo de relación entre las grandes potencias", poniéndose implícitamente a la altura de Estados Unidos.China puede ganar peso

"Si Estados Unidos se va del TPP podría abrir la puerta a China para desarrollar su propia zona de libre comercio en Asia", indican en una nota los analistas de IHS Global Insight. Varios países, entre ellos Australia, ya han mostrado interés en tratados comerciales alternativos como la Asociación Económica Regional Integral (RCEP), un proyecto parecido al TPP impulsado por China.

El RCEP incluye por el momento a los diez miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), así como a China, India, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, pero no a Estados Unidos. También en su reciente visita a América Latina, el presidente chino Xi Jinping abogó por profundizar las relaciones comerciales con la región.

En Lima (Perú), el presidente chino aseguró que el RCEP podría ser el primer paso de un acuerdo más amplio para construir una gran zona de libre comercio Asia-Pacífico (FTAAP), promovida por Pekín para "continuar nuestra implicación en la globalización económica".China defiende el libre comercio

Pero a pesar de su aparente defensa del libre comercio,  China sigue aplicando restricciones dentro de su país para impedir la competencia de compañías extranjeras, obligándoles en muchos casos a aliarse con compañías locales y a compartir su tecnología.

"Espero que trabajemos juntos para centrarnos en cooperación, administrar nuestras diferencias y asegurar una transición suave en la relación y que ésta siga creciendo", llegó a afirmar Xi. "No vamos a cerrar la puerta al mundo exterior, sino que la abriremos más".

China también ha usado el comercio como arma política, como en el caso de la prohibición de importación de plátanos de Filipinas por una disputa sobre la soberanía del llamado Bajo de Masinloc, un banco de arena situado en el Mar de China Meridional.

El portavoz del ministerio de Exteriores Geng Shuang dijo el miércoles que China "seguirá adelante con el proceso de integración económica" en la región Asia-Pacífico y aseguró que Pekín no tiene motivos políticos para ello, a pesar de sus reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional, una zona muy rica en recursos naturales. "Tenemos que evitar politizar los acuerdos de libre comercio y esperamos que todos los países pueden dejar de interpretarlos desde su propia perspectiva geopolítica", aseguró.

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