Las nuevas normas se aplicarán a los grandes fabricantes, que deberán informar de las medidas de verificación adoptadas para asegurarse de que se abastecen de manera responsable, mientras que los dentistas, joyeros y otros pequeños importadores quedarán exentos de la obligación.
El acuerdo para las nuevas normas ha sido refrendado este lunes en una reunión de ministros europeos en Exteriores, semanas después de sumar también el voto positivo del pleno del Parlamento Europeo.
En la práctica, el 95% de las importaciones de metales y minerales al mercado comunitario quedarán cubiertas con esta normativa, teniendo en cuenta las categorías que quedan exentas por la carga burocrática que deberían afrontar.
Se trata de minerales comúnmente utilizados en la fabricación de teléfonos móviles, piezas de automóvil y joyería. Aunque las reglas no serán legalmente vinculantes hasta 2021, la Unión Europea las presenta ya como recomendaciones que deberían ser asumidas por los grandes productores "cuanto antes".
Además, las grandes compañías que no importan directamente de zonas de conflicto pero sí utilizan minerales en sus productos pueden presentar de forma voluntaria un informe anual sobre las medidas de diligencia que hayan adoptado.
La Comisión Europea deberá, por su parte, elaborar una lista de fundiciones y refinerías de la UE, así como una guía sobre las zonas de conflicto y de alto riesgo.
Las autoridades nacionales serán las responsables de asegurar el cumplimiento de estas reglas y de imponer sanciones en caso necesario.
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