"A todas las madres con hijos fuera nos falta un trocito de nuestro corazón"

    • Habla Violeta, la madre de Sergio. Este joven español terminó educación física y magisterio en 2012. Para trabajar en los colegios le exigían un alto nivel de inglés. Y se fue a Liverpool.
    • Un año y medio después, Sergio trabaja como camarero y estudia inglés. Con un objetivo claro: volver a casa
Sergio, un español. en Liverpool
Sergio, un español. en Liverpool
Beatriz Carrillo García
Beatriz Carrillo García

Sergio se fue a Liverpool con la intención de quedarse un año. Su objetivo era el inglés, prepararse un examen que acreditase su conocimiento del idioma y volver a España. "Pero la situación española es peor que cuando me vine así que ahora, ¿quién sabe?", explica.

Terminó Educación Física y Magisterio en 2012 pero para trabajar en la en España necesitaba un nivel alto de inglés, en concreto el certificado Advanced o C1. Desde el año 2004 la Comunidad de Madrid puso en marcha el programa de enseñanza bilingüe. Se inició con una veintena de centros y a día de hoy supera los 318, entre enseñanza Primaria y Secundaria. Esto ha obligado a todos los maestros que imparten clase, a tener un alto nivel de inglés.

Comenzó con trabajos temporales, no relacionados con su profesión. Violeta, la madre de Sergio, cuenta que se le notaba cansado y lleno de rabia e impotencia por no poder trabajar en lo que había dedicado cinco años de su vida.

Cuatro meses después y cansado de la situación decidió irse a Liverpool. Su única motivación por la cual se puso en esa dirección fue el contacto de una amiga española que vivía allí desde hace unos años y podía echarle un cable el primer mes.

Violeta explica que cuando decidió irse las sensaciones eran contradictorias. "Por un lado le animabamos para que se fuera, pero por otro no queríamos separarnos de él. Sabíamos que sería una experiencia única pero al mismo tiempo muy dura y saber que lo iba a pasar mal nos escogía el alma. Aunque no tenía otro remedio pues era la única forma de aprender bien el inglés, algo imprescindible para su trabajo futuro".

Pocos días después de su llegada, ya estaba trabajando. Tenía contrato para tres meses en una campaña de navidad. "Tuve mucha suerte. Un amigo inglés trabajaba ahí y me enchufó. Aquí se mueven mucho así: referencias y enchufes", explica Sergio.

También encontró una casa a diez minutos del centro. Sergio nos explica que las casas son compartidas y las mejores suelen ser céntricas y muy bien comunicadas con transporte público. El precio por una habitación individual ronda los 300 euros.

Después de eso, estuvo un mes parado, aunque continuaba con las clases de inglés a las que se había apuntado. Hasta que se quedó una plaza libre, en un hotel donde trabajaba otro español, amigo suyo. Su amigo se volvía a España. En estos trabajos el sueldo es por horas y está estipulado las 6,35£. No existe un salario mensual fijo sino que depende de uno mismo, en función de las horas que puedas o quieras realizar.

A día de hoy, Sergio, con 26 años, tiene más de lo que tenía en España. Trabaja cinco días a la semana en el bar de un hotel, eso le permite ser independiente. Además realiza clases de inglés. El tiempo libre lo emplea en salir con sus amigos e ir al gimnasio. "Vivir fuera es una experiencia que te hace crecer y aprender en muchos sentidos y por supuesto lo recomiendo a todo el mundo. Aunque hay momentos de soledad y bajón que son inevitables".

Sergio tiene claro que la situación es temporal. Él quiere volver a España y continuar su vida allí. Siempre y cuando la situación se lo permita y tenga un óptimo nivel de inglés, para poder trabajar. Violeta desea que vuelva: "A todas las madres que tenemos hijos fuera nos falta un trocito de nuestro corazón, pero estamos muy orgullosas"

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