Barcelona, 11 oct.- El hasta ahora director general de CatalunyaCaixa, Adolf Todó, ha sido nombrado presidente ejecutivo del banco al que la caja ha trasladado su negocio financiero, con el aval del Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB).
Tras el primer consejo de administración celebrado por el nuevo banco, Todó se ha mostrado satisfecho y ha sido el único miembro que ha salido de la sala en mangas de camisa y sin americana.
Técnicamente, Todó presidirá CatalunyaBanc, nuevo banco que continuará operando bajo la marca comercial de CatalunyaCaixa, que será como seguirá siendo conocida la entidad por el gran publico.
El nuevo banco está controlado en un 90 % por el FROB, que ha aportado 1.718 millones de euros dentro del plan de recapitalización que la dirección de la caja ha pactado con el Banco de España.
El aval del Banco de España al equipo directivo de la caja se ha extendido al segundo de Todó, Jaume Massana, que asumirá el puesto de consejero delegado de CatalunyaCaixa.
El nuevo consejo de administración, que se ha reunido esta mañana en la sede de la entidad en la plaza Antoni Maura de Barcelona durante algo más de hora y media queda integrado por tres miembros del FROB: Juan María Hernández, Orlando García y José Antonio García.
Además, en representación de CatalunyaCaixa Obra Social estarán presentes: Joan Albert Abelló, Josep Maria Farrés, Josep Molins y Manel Rosell.
Por último, en calidad de consejeros independientes estarán el empresario del metal Joaquim Boixareu, el experto en selección de personal, Luis Conde; el economista Edward Hugh y además, el economistas José García-Montalvo y la empresaria Helena Guardans.
Este nuevo consejo, según fuentes de CatalunyaCaixa, responde a las nuevas líneas de profesionalización de la entidad que se han querido aplicar para esta nueva etapa.
Ahora, el FROB tiene legalmente cinco años para permanecer en la entidad y proceder a la búsqueda de nuevos socios que garanticen la viabilidad de la segunda caja catalana por volumen de activos.
Aunque ahora técnicamente CatalunyaCaixa es un banco, seguirá operando en el segmento de banca minorista en el que la entidad de ahorro había construido su base de clientes.
En su comunicado, CatalunyaCaixa destaca que la presencia de los representantes de la Obra Social "muestra la voluntad de mantener la representatividad de los clientes así como la cercanía a los territorios de origen de la entidad", ya que CatalunyaCaixa es fruto de la fusión de la cajas de Manresa, Catalunya y Tarragona.
CatalunyaCaixa ha resaltado en la nota emitida tras el consejo el elevado nivel de "core capital" -porcentaje de recursos propios considerados de máxima calidad- que llega tras la inyección del FROB hasta el 10,8 %.
También se pone el énfasis en el fuerte nivel de liquidez, con 7.700 millones de euros que permiten hace frente a los vencimientos previstos hasta el año 2014.
CatalunyaCaixa destaca que las sinergias anuales de la fusión suponen 150 millones anuales, y que desde esta integración el volumen de depósitos ha crecido en un 16,5 % y se han captado un total de 200.000 nuevos clientes.
También se ha resaltado el esfuerzo comercial en la venta de inmuebles, con la venta de 43.000 viviendas que han supuesto ingresos de 900 millones.
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