¿Cómo afecta a los ciudadanos la deuda pública de las comunidades y el Estado?

El Banco de España ha hecho público lo que ya se sabía, el déficit público es imparable situándose en el 100,5% del PIB. Siendo el 24,6% de la deuda total (273.199 millones) lo que tienen las comunidades en su pasivo. La falta de Gobierno y la consecuente ausencia de nuevos presupuestos pueden aumentar ese agujero en los próximos meses.¿Cómo afecta a los ciudadanos?

En caso de desbordarse la deuda hay dos caminos a seguir: dejar que siga creciendo y alcanzar a otros socios europeos como Italia (132% del PIB) o Portugal (129% del PIB) o cerrar el grifo de gasto. En caso de producirse la segunda, la más coherente con el pacto de Estabilidad firmado, serían los ciudadanos los que se verían afectados.

Para Jesús San Martín, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas, el aumento de la deuda "afecta en la medida en que tocamos a más para pagar más deuda. Habrá que pagar algún día. Se puede pagar incrementando los ingresos o con más impuestos, lo que es una mala noticia para los contribuyentes".

Porque la ecuación para reducir la deuda es sencilla: más ingresos y menos gastos. Lo único que cambia es la forma de conseguir eso. Reducir los gastos es bien conocido como se hace, pero ingresar tiene varias vías. Una de ellas es la fiscal, lo que equivale a más impuestos o simplemente a recaudar mejor -este año se ha ingresado un 86% menos por el Impuesto de Sociedades-. Pero también se puede producir más aumentando la actividad económica.

Tampoco es alarmante que el Estado supere la barrera psicológica del 100% -más si el objetivo para finales de 2016 es acabar en el 99%-, ya que los servicios ofrecidos por el Estado de bienestar están asegurados. Se puede ver con las pensiones, que aunque el Fondo de Reserva se deshincha cada mes y el gasto en pensiones aumenta cada mes, los jubilados seguirán recibiendo sus emolumentos. ¿Cuáles son los peligros para los servicios que ofrecen: sanidad, educación...?

Los sectores que más afectados se verían ante un cierre del grifo podrían volver a ser los mismos que sufrieron en los años de la crisis. San Martín apunta que "algunos recursos son limitados. Si tenemos que repartir los recursos y no podemos incrementar el gasto podrían ser estos los afectados".

Siendo las comunidades autónomas las responsables de gestionar estos servicios, conocer hoy que todas las autonomías -salvo tres excepciones: Asturias, Galicia y Baleres- han batido sus récords de deuda no es muy alentador. 

Cataluña la comunidad autónoma con una mayor deuda, alcanzando los 74.757 millones de euros. Y al igual que el Estado tampoco ha aprobado nuevos presupuestos todavía. En segundo puesto se sitúa la Comunidad Valenciana, con 43.164 millones; Andalucía, con 32.551 millones; y Madrid, con 29.439 millones. Estas cuatro acumulan dos tercios del total de deuda.

A continuación, figuran las comunidades de Castilla-La Mancha (13.755 millones), Castilla y León (10.996 millones), Galicia (10.727 millones), País Vasco (10.450 millones), Islas Baleares (8.612 millones) y Murcia (8.159 millones). Cierran la tabla Aragón (7.440 millones), Canarias (6.766 millones), Asturias (4.278 millones), Extremadura (4.019 millones), Navarra (3.784 millones), Cantabria (2.788 millones) y La Rioja (1.514 millones).

A este panorama hay que añadir los 4.000 millones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que las comunidades autónomas no podrán disfrutar. Ya que al no haber un ejecutivo no se pudo aprobar el acuerdo por el que las autonomías habrían podido tener un déficit del 0,7% en lugar del 0,3% previsto para este ejercicio. ¿Es una consecuencia de no tener Gobierno?

No tener Gobierno capaz de implantar medidas efectivas para frenar el aumento del déficit puede causar que a final del ejercicio se vuelva a incumplir el pacto de estabilidad y se tenga que sufrir de nuevo el culebrón de la sanción de la que España se libró hace unos meses. No tener un ejecutivo obliga también a prolongar los Presupuestos de 2016, lo que conlleva que muchas partidas estén bloqueadas.

Esta prórroga presupuestaria tiene como objetivo evitar la congelación de la actividad estatal, ya que en caso de no existir no se podría llevar a cabo ningún tipo de gasto. En líneas generales: no aprobar nuevos Presupuestos supone no poder decidir sobre nuevas inversiones o gastos. Únicamente algunas partidas serán reajustadas por un Real Decreto-ley, aunque con escaso margen de maniobra.

Por ejemplo, respecto a una partida de gasto fijada para 2016 y que ya se cumplió, como la restauración de una carretera, ese gasto no puede volver a hacerse, porque, obviamente, ya ha sido realizado. Y tampoco podría destinarse a otro fin. Como apunta Gonzalo Gómez Bengoechea, investigador de Economía del IESE, "no se podrían redirigir esas partidas" por lo que "el problema es no poder poner en marcha nuevos Presupuestos". Así, la única forma de que esos montantes tengan valor sería aprobar unos nuevos Presupuestos, lo que sería posible tras la formación de un ejecutivo con apoyo suficiente en ambas Cámaras. Algo similar se puede decir de sectores como la educación y la sanidad, que deberán afrontar 2017 con las mismas cifras que en 2016.

Una partida ya utilizada no se podría redirigir, lo que significa que si se combinan un déficit excesivo y partidas de gasto bloqueadas 2017 puede ser un año negro si no se forma Gobierno antes de unas teóricas terceras elecciones. Lo cierto es que San Martín no culpa tanto a la falta de Gobierno -ni a la ausencia de presupuestos- ya que otros países con ejecutivo también sufren el mismo aumento.En cuánto a los acreedores, ¿Cómo pueden sufrir las empresas que no reciben los pagos?

Cuando se habla de la deuda hay que tener en cuenta que implica el pago a unos proveedores. Si se prolonga indefinidamente ese pago estos podrían presentar un concurso de acreedores para intentar cobrar esas facturas.

Hay que tener en cuenta que el Estado es el que financia a las autonomías, principalmente a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Es conocida la deuda que posee Cataluña con las farmacias. Es en esos casos cuando el Estado recurre a la FLA para hacer frente a estos gastos.

Lo único 'positivo' es que la deuda española se concentra en valores a medio y largo plazo, por lo no es tan urgente como podría parecer mientras se pueda hacer frente a los pagos. Ya se ha dicho que otros países vecinos tienen esos niveles de deuda e incluso más elevada que España. Lo que sí destaca presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas es que esa deuda no se va a frenar a corto plazo.¿Alguna comunidad puede considerarse en quiebra técnica?

La alarma tras conocer que casi todas las comunidades batían récords se suaviza ya que cuentan con el Estado haciendo de red ante el funabulismo. Es difícil que alguna quierbre, incluso Ctaluña con más de 74.000 millones de deuda y los bonos considerados como basura por las agencias calificadoras. Concluye San Martín que ese tipo de gasto "es inelástico porque deben asumir el gasto de las personas. No pueden quitárselo. Para solucionarlo "tendría que producirse un incremento de la actividad económica, no depende solo del Estado reducir la deuda [aumentando los ingresos y reduciendo el gasto].