El proceso de concentración de las cajas de ahorros dejará muchos vencedores. Asesores, bancos de inversión y bufetes de abogados están haciendo un negocio redondo.
Pero sobre todos sobresale AFI: Banca Cívica, Banco Base, Marenostrum y Banco Financiero y de Ahorros han contratado sus servicios desde que empezó el ajuste duro en el sector.Se trata de las cuatro entidades que, por tamaño y estructura, podrían dar el salto a la bolsa en los próximos meses.
Es decir, tras La Caixa, la creme de la creme de un sector que ha reducido su tamaño desde 47 a 17 entidades en apenas nueve meses dejando por el camino un reguero de honorarios y comisiones extraordinario.
Si se pregunta por AFI entre sus clientes, la respuesta es siempre la misma: "Son los mejores en análisis económicos y de mercados". Además, las cajas participan en su capital a través de Ahorro Corporación Financiera. Todo queda en casa.
Pero hay más. Su jefe Emilio Ontiveros es un hombre cercano al PSOE –un reclamo de primera para las cajas con problemas que afrontan incluso un riesgo cierto de nacionalización- y AFI, un vivero del que a veces han tirado los gobernantes socialistas.
Por ejemplo, Manuel Conthe fue fichado en 2002 por AFI cuando dejó la dirección general del Tesoro. Luego, el ex vicepresidente económico Pedro Solbes le rescataría –sin un final feliz- para presidir la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Pero eso es historia. Hoy, el grupo creado en 1987 por Ontiveros y otros dos profesores de la Universidad Autónoma de Madrid es una máquina de ganar dinero y las cajas de ahorros –que según la información contenida en su página web suponen el 40% de su clientela- su mejor negocio.
La red de relaciones de Ontiveros es extraordinaria. Por ejemplo, ha sido asesor de Banco Base–liderado por Cajastur y CAM- primero en el proceso de fusión y reestructuración del grupo y ahora en el que debe llevar a la entidad a la bolsa, en el que trabaja codo con codo con Goldman Sachs.
Pero es que AFI ya había asesorado a Cajastur en la integración de la intervenida Caja Castilla La Mancha (CCM) y a CAM en el frustrado acercamiento con Bancaja para crear un gran grupo de cajas levantino.
También las cajas rurales
Es sólo un ejemplo del potencial de AFI –su consejo de administración está plagado de ejecutivos de cajas de ahorros-, que se está comiendo el toro de la mayor revolución de la historia del sector de cabeza a rabo.
La prueba es que el radio de acción del grupo se amplía también a las cajas del escalafón inferior. Es decir, las cajas regionales. Ha sido impulsor del SIP Solventia –que cuenta con ocho cajas valencianas- y ha sido fichado recientemente por el Grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) para diseñar su nuevo plan estratégico a tres años.
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