Alemania y Kazajistán firman acuerdo económico y hablan de derechos humanos

  • Alemania y Kazajistán firmaron hoy en Berlín un pacto para la explotación de recursos naturales y el fomento de la industria, en una reunión en la que los líderes de ambos países abordaron además de la situación de los derechos humanos en la república centroasiática.

Berlín, 8 feb.- Alemania y Kazajistán firmaron hoy en Berlín un pacto para la explotación de recursos naturales y el fomento de la industria, en una reunión en la que los líderes de ambos países abordaron además de la situación de los derechos humanos en la república centroasiática.

En una conferencia de prensa tras su reunión la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev, informaron sobre los temas tratados y algunos aspectos del contenido del acuerdo.

Este convenio establece que empresas alemanas podrán explotar también en la exrepública soviética las llamadas tierras raras, de minerales de los que se extraen sustancias químicas necesarias para la fabricación de productos de alta tecnología, como televisores de pantalla plana o celulares, a cambio de impulsar la industrialización del país.

En la conferencia de prensa, la canciller alemana celebró la firma del acuerdo, del que destacó su importancia, al tiempo que aseguró que en su entrevista con Nazarbáyev, hablaron asimismo del desarrollo interno del país y de derechos humanos.

En ese sentido, Merkel indicó que aludió a los violentos disturbios de diciembre pasado en el oeste de Kazajistán, en los que se murieron 17 personas durante una manifestación de obreros de una empresa petrolera.

Merkel declaró que expresó su "apoyo al presidente en cuanto a la necesidad de constituir una comisión para esclarecer lo ocurrido".

"Le prometo que la investigación tendrá lugar", garantizó el presidente, que lamentó las víctimas mortales, al tiempo que se mostró irritado con las preguntas de los medios alemanes relativas al respeto de los derechos humanos en la república centroasiática.

El presidente kazajo aseguró, por su parte, que la democracia en su país "no está al principio, sino al final del camino" y agregó que en estos momentos el vaso "sólo está medio lleno".

"Lo que hemos logrado ya es mucho", declaró Nazarbáyev, de 71 años, quien aseguró que Kazajistán cuenta ahora con elecciones justas, no existe la censura ni hay presos políticos.

Nazarbáyev, que lleva 22 años gobernando el país, llamó a los inversores alemanes a que inviertan en la república centroasiática y explicó que con los ingresos obtenidos con la explotación de recursos naturales pretende conseguir la industrialización de Kazajistán.

Al mismo tiempo subrayó que los tiempos de la Unión Soviética son historia y que su país se orienta ahora hacia la Unión Europea.

Por la tarde, representantes de ambos países firmaron en el Ministerio de Economía alemán una cincuentena de acuerdos sobre ahorro energético, eficiencia energética y uso de fuentes renovables valorados en aproximadamente 3.000 millones de euros.

La Federación de la Industria Alemania (BDI), que recordó que Kazajistán es el tercer proveedor de petróleo de Alemania y un país rico en tierras raras, subrayó que el acuerdo suscrito facilita la cooperación empresarial y mejora la seguridad de la industria alemana en cuanto al abastecimiento de recursos naturales.

Por su parte, organizaciones pro derechos humanos, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) -presidida hace dos años por Kazajistán- y Los Verdes en el Bundestag (la cámara baja del Parlamento alemán) acusaron a Nazarbáyev de tener comportamiento antidemocrático y de reprimir a la oposición y a los periodistas.

La ecologista Viola von Cramon lamentó que los intereses económicos a corto plazo triunfen por encima de los derechos humanos y los estándares democráticos mínimos.

También, la organización Human Rights Watch criticó que la situación de los derechos humanos haya empeorado considerablemente en la república centroasiática y señaló que ello socava el estatus de Kazajistán como socio económico estable.

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