El proyecto de dragado va encaminado a la obtención de unos calados mínimos que permitan la entrada de embarcaciones por la bocana de la ría y la navegación en toda circunstancia. Además de las necesidades normales derivadas de la navegación, el proyecto obliga a tener en cuenta que en la margen derecha del estuario, aguas abajo de la dársena, se sitúan los astilleros ARMÓN, actividad industrial que "evidentemente precisa disponer de unos calados mínimos en las vías navegables".
Los calados en el canal y especialmente en la bocana de la ría limitan los movimientos de embarcaciones cuando el nivel del mar está bajo, y en algunos casos incluso con niveles medios de mareas algo que, según explican, se debe con carácter general a los arrastres y aportaciones de arenas y otros materiales procedentes de las corrientes de marea, circunstancias agravadas por situarse en la desembocadura y margen de la ría, que a su vez contribuye con nuevas aportaciones de su cuenca vertiente.
"Como consecuencia resulta necesario proceder regularmente al dragado para el mantenimiento de calados en el canal, que asegure su normal funcionamiento", resume el texto, aprobado en septiembre de 2015.
Asimismo, el licitador que ejecute las obras estará obligado a comunicar a la Dirección General de Patrimonio Cultural cualquier hallazgo de interés cultural que se lleve a cabo en el área de actuación.
La cuenca hidrográfica del río Navia con toda su red de afluentes es la base de aporte de sedimentos que ha llevado históricamente a la colmatación del estuario. Estos sedimentos están constituidos en su mayor parte por cantos, gravas gravillas bien redondeadas y arenas de granulometrías variadas, siendo más finas hacia la bocana del estuario.
A los depósitos anteriores deben unirse los derivados del movimiento de arenas y otros materiales; acciones potenciadas por el transporte efectuado por las fuertes corrientes de marea provocadas por el estrangulamiento del canal, que elevan su velocidad y capacidad de arrastre.
Los movimientos de arenas, que tienen su mayor incidencia en la bocana, se extienden no obstante todo a lo largo de la ría, modificando habitualmente los taros en toda su extensión, situación que dificulta enormemente la navegación.
La elección del equipo de dragado estará condicionada por las características de materiales y emplazamiento.
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