(ampliación) madrid. Gabilondo: “no es la sociedad para el partido, sino el partido para la sociedad”


El candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, aseguró este miércoles que uno de los valores que debe conducir al PSOE a recuperar el Gobierno autonómico es actuar teniendo claro que “no es la sociedad para el partido, sino el partido para la sociedad”.
Así se pronunció Gabilondo durante su ‘puesta de largo’ como candidato socialista a la Comunidad en un acto celebrado en Madrid, en el que estuvo arropado por el aspirante del PSOE a la Alcaldía de la capital, Antonio Miguel Carmona, y por el secretario general del partido, Pedro Sánchez.
En ese sentido, Gabilondo apeló, “en estos momentos en que mucha gente está viviendo una situación muy difícil”, a que los socialistas recuerden que “el partido sólo es decisivo si trabaja por y para la sociedad”, ya que “no es la sociedad para el partido, sino el partido para la sociedad”
Animó a los socialistas a “salir a la calle” para construir un “proyecto abierto a los ciudadanos, plural, dirigido a una mayoría, con compromiso social”.
Del mismo modo, subrayó que los socialistas no están en Madrid para decir que “estamos convencidos de lo que somos, sino para construir una mayoría”, lo que, a su juicio, pasa por “no marginar ni desconsiderar a nadie”.
Por ello, citó al filósofo alemán del siglo XVIII Immanuel Kant como el modelo que ha de seguir todo buen gobernante: “La honradez es la mejor política”.
Por otra parte, aseguró que su decisión de aceptar la propuesta de ser candidato socialista a la Comunidad de Madrid no ha sido “valiente”, ya que valentía es lo que tienen “tantos ciudadanos y familias que en coyunturas difíciles han desarrollado redes de solidaridad”.
También reivindicó el hecho de que “ser independiente no es ser indiferente” (en relación con el hecho de no ser militante socialista), por lo que aseguró que propondrá soluciones “solventes, realistas, viables, capaces de solventar los problemas de la sociedad”.
Gabilondo sacó su vena más académica al asegurar que en Madrid “no sólo hay pobreza material, sino de valores, de expectativas”.
Ante esta situación, reivindicó a los socialistas como el partido capaz de devolver a los madrileños la ilusión frente a una “derecha insensible”, ya que “no estamos aquí para descalificar, sino para demostrar que somos capaces de afrontar el reto que nos ofrecen los ciudadanos con capacidad de elección”.
Gabilondo enunció como ejes del nuevo modelo productivo que propone para Madrid a la “investigación a la innovación”, al mismo tiempo que aseveró que Madrid no puede ser una comunidad de clientes y de consumidores”, ya que “la ciencia, las artes y la cultura son valores, no actividades de tiempo libre, de fin de semana”.
Recordando su papel de rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Gabilondo reivindicó el sistema universitario de la comunidad como “excelente”, al tiempo que reconoció que tiene que “mejorar, mucho, pero lo que se necesita no es desalentar sino medios”.
A su vez, insistió en que “no queremos el poder para divertirnos, lo queremos compartido” con la gente para desarrollar un proyecto en el que “quepan todos y nadie se sienta excluido”.
En alusión a Podemos, aunque sin citarla, subrayó que “no se trata de descalificar a las instituciones sino para reclamar que sean auténticamente justas, al servicio de la ciudadanía y gestionadas con dignidad y justicia”.
Por último, defendió en relación a quienes le afean que siempre diga “ciudadanos y ciudadanas” que el lenguaje es un “gesto social y político” como el de aquellas personas que defendieron la libertad y la justicia en tiempos en que era difícil hacerlo. Esas personas, aseveró, son “deudores de lo que somos”.
Gabilondo concluyó su discurso asegurando que “se ha llegado hasta aquí para la libertad para transformar lo que hay por afán de justicia y de libertad. La libertad sólo es tal si hay justicia social. La libertad sólo es real si es justa. Digamos sí a los ciudadanos y a las ciudadanas. Muchas gracias y vale”, fueron sus últimas palabras recordando el final del Quijote de Cervantes.

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