Madrid, 11 jun.- La confianza otorgada el sábado a España por los ministros de Finanzas de la zona del euro para recapitalizar la banca española mejorará la percepción soberana del país, reducirá los riesgos y eliminará tensiones en el sector bancario, según la mayoría de los analistas consultados por EFE.
En general, los expertos valoran la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros puesta a disposición de las entidades financieras españolas, aunque también advierten de que persiste la incertidumbre sobre los detalles y recuerdan que la permanencia de Grecia en la zona del euro no está de ningún modo resuelta.
Operadores de Renta4 explican que la línea de crédito supone un contundente mensaje de confianza de Europa hacia España, y a largo plazo la supervisión conjunta del sector financiero español por parte de las autoridades europeas y españolas reducirá los riesgos soberanos y apuntalará la sostenibilidad de la deuda.
En este sentido, el Tesoro Público ha reiterado hoy esta idea al tiempo que ha indicado que mantiene el calendario previsto de emisiones de deuda.
El presidente de Renta4Banco, Juan Carlos Ureta, cree que la solución es también una buena noticia para la estabilidad de la banca europea, sin la cual no hay crecimiento posible.
No obstante, aunque cree que las bolsas van a seguir descontando bien el acuerdo en los próximos días y corrigiendo la sobreventa, esto no significa "ni mucho menos", que vayamos a entrar de forma inmediata en una mercado alcista.
Desde Bankinter recuerdan que el acuerdo elimina, al menos de momento, uno de los dos motivos de incertidumbre que pesaban sobre la economía española -el otro es el control del déficit-.
Una vez demostrado que no existe un problema global en las entidades financieras españolas, prosigue el banco, sino identificable en un reducido número de nombres, sólo queda esperar que el resultado de las elecciones griegas de este fin de semana permita al país continuar en el euro.
El profesor de Estadística de la Universidad Carlos III de Madrid Antoni Espasa explica que si una ayuda es necesaria siempre es positivo, aunque en este caso lo que muestra es que la situación del sistema bancario español "es muy grave".
En su opinión, Europa se ha decidido a actuar por la incertidumbre creada por el resultado de las elecciones griegas del próximo domingo, con la posible salida del país de la zona del euro y las subsiguientes presiones sobre los países candidatos a abandonar también la moneda única, entre los que figura, o figuraba, España.
En conjunto, Espasa cree que la solución es buena, pues saneará el sistema bancario y permitirá que se genere un flujo adecuado de crédito al sector privado.
El banco portugués Espirito Santo apunta que el acuerdo se notará en la calificación crediticia de la deuda soberana española, ya que proporcionará tranquilidad sobre el sector bancario y elimina las preocupaciones sobre quién podría financiar la recapitalización de los bancos españoles.
No obstante, matiza que la cantidad acordada, hasta 100.000 millones de euros, implica más deuda y más déficit, y advierte de que habrá que esperar hasta conocer los detalles sobre "el tenor y el costo de los intereses", al igual que indica el gestor de Fidelity David Simner.
Inversis Banco, por su parte, admite que se trata de una noticia "muy positiva tanto para el mercado como para el sector financiero", excepto, señala, para las entidades que hipotéticamente recibirían ayuda.
Por otra parte, añade Inversis, "el castigo sufrido por los bancos ya es de tal calibre que estaría descontado"
El analista de divisas de Saxo Bank Andrew Robinson enfría en parte el entusiasmo y recuerda que en el ánimo de los inversores han podido influir también los datos macroeconómicos de China conocidos durante el fin de semana.
Entre otras referencias, el comercio exterior aumentó en China un 14,1 % anual, hasta alcanzar los 343.000 millones de dólares en mayo, manteniendo a la Unión Europea como su principal socio.
Según Robinson, la ayuda brindada por Europa a la banca española deja sin resolver varios interrogantes, cómo dónde están los fondos o de qué manera se van a articular las garantías que han exigido algunos socios europeos, como Finlandia, que ya solicitó lo mismo con el rescate a Grecia.
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