aNobii: la democracia virtual de los libros de papel

  • En pleno auge de lo digital, con el desembarco de los eBooks amenazando el mundo del papel, surge un árbitro inesperado: aNobii, una red social dedicada a los libros.
Alessia Cisternino

Kindle, iPad, Cool-er, iPhone, alta resolución, baja resolución, pdf. Un libro no se compra, se descarga. Un libro se lee, pero ya no se huele, ni se toca casi, ni hace ruido al girar la página. Para los amantes del papel son tiempos muy difíciles. Progreso contra tradición. David contra Goliat. Pero, ¿estamos seguros de quién es el gigante y de quién es el que al final gana? Y sobre todo, ¿estamos seguros de que no puedan ponerse de acuerdo?

La web, entre otras cosas, es un campo privilegiado para la resolución pacífica de las controversias y en esta peculiar lucha entre el libro de papel y el libro virtual, la red social dedicada a los libros aNobii funciona como un árbitro dispuesto a hacer la vista gorda para que ninguno de los dos contendientes se adjudique el partido.

Diecisiete millones de libros, 16 idiomas y unos cuantos miles de usuarios. No es Facebook, pero aNobii también empieza a ser una metrópoli virtual bastante abarrotada, donde los libros no sólo se leen, sino se “suben”, se comparten, se intercambian, se aconsejan, se comentan e incluso se ordenan en una estantería (que puede ser también “de madera”, como las de verdad).

La idea de crear una red social en la que se pudieran compartir libros y lecturas se le ocurrió hace ya 5 años a un joven de Hong Kong, Greg Sung, algo preocupado porque no había manera de encontrar a la única otra persona en su ciudad que había comprado el mismo libro que él (un ensayo sobre la Web 2.0 y no podía ser de otra manera) y en la misma librería. El nombre de este vivaz social network viene del Anobium Punctatum, un bicho bastante familiar que se alimenta de madera y de papel y que representa el enemigo número uno para las estanterías llenas de libros.

El origen, el Anobium Punctatum

La verdad es que aNobii está repleto de bichos así, que vagan por la web en busca de las librerías de los demás. En un rato, la estantería recién estrenada ya ha sido visitada decenas de veces y ya han aparecido los primeros “anobianos” que comparten los mismos libros o los mismos gustos. O las mismas aversiones. Porque a veces lo que más funciona de pegamento en aNobii es la crítica despiadada del libro más vendido y algunas palabras incendiarias que difícilmente se encontrarían en la columna de un periódico y menos en la contraportada de un libro.

Es muy difícil pensar que entre los “anobianos” no haya ya más de un community manager de alguna editorial, pero la verdadera fuerza de aNobii sigue siendo que cada uno puede decir lo que piensa de un libro sin ser nada más que un lector. Única competencia requerida: saber disfrutar de la lectura. Absténgase: periodistas, críticos literarios y escritores. Y no es infrecuente que las listas de los libros más vendidos o de los más amados se rediseñen.

Hace tres meses, aNobii ha lanzado también una aplicación para el iPhone que permite escanear el código de barras de un libro (exacto, como las cajas de un supermercado) y almacenarlo inmediatamente en la estantería o también en la lista de deseos, para que los demás sepan los libros que nos gustaría recibir en regalo.

Del papel a la web. Y otra vez al papel: en Italia ha sido recientemente publicado un libro (Il Tarlo della Lectura, V.V.A.A., Rizzoli, 2009) que recoge las mejores reseñas de los libros más populares en aNobii. Inútil decir que, nada más salir en las librerías, este libro ya había vuelto a aNobii y a las declaraciones de amor o de odio de sus democráticos ciudadanos.

¿Quién ganará? ¿El libro de papel o el libro virtual? Es una pregunta lícita, pero de momento, también a la luz de lo que pasa en aNobii, no tiene ningún sentido buscarle una respuesta definitiva. La web, una vez más, podría sorprendernos.

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