Argentina aprieta a las petroleras mientras baja la reserva de hidrocarburos

Natalia Kidd

Buenos Aires, 4 feb.- Argentina ha aumentado en las últimas semanas la presión sobre las petroleras con denuncias por supuestos sobreprecios, advertencias de multa, retiro de incentivos y reclamos de mayores inversiones, con un declive en las reservas de hidrocarburos como telón de fondo.

Este viernes, el Gobierno de Cristina Fernández anunció la suspensión de dos programas de incentivos económicos a grandes petroleras, lo que le permitirá ahorrar unos 2.000 millones de pesos anuales (351,1 millones de euros).

La medida afecta a YPF, controlada por la española Repsol, a Panamerican Energy, de capitales argentinos y chinos, a la brasileña Petrobras, a la estadounidense Esso y la china Sinopec, entre otras.

El Ministerio de Planificación ha informado en un comunicado de la suspensión después de que la presidenta argentina, Cristina Fernández, reclamara la semana pasada a las petroleras la reinversión de sus ganancias en el país para aumentar la producción de combustibles, un recurso que Argentina se vio obligada a importar fuertemente en 2011.

En los últimos meses del 2011 y en medio de medidas para frenar la fuga de capitales y acotar el gasto público, el Ejecutivo de Fernández ya había obligado a las petroleras a liquidar las divisas de sus exportaciones en el país y luego les canceló subsidios por consumos de servicios.

Pero la presión subió el mes pasado, cuando el Gobierno denunció a YPF, Petrobras, Esso, la anglo-holandesa Shell y la argentina Oil Combustibles por supuesto "abuso de posición dominante" en el mercado de gasóleo.

Según la denuncia del Gobierno, las petroleras cobraban "sobreprecios" en el gasóleo a granel por unos 808,3 millones de dólares anuales que afectaban tanto al transporte público, subsidiado por el Estado, como al de cargas.

Tras la denuncia -rechazada por las empresas-, el Ejecutivo dictó medidas obligando a las petroleras a unificar sus precios, so pena de aplicarles multas.

Según fuentes del sector consultadas por Efe, todas estas medidas "no ayudan a crear un clima propicio para la inversión" por parte de las petroleras, lideradas por YPF, la mayor productora de hidrocarburos de Argentina y sobre la cual han circulado esta semana en la prensa rumores sobre una posible nacionalización no confirmados ni desmentidos por el Gobierno argentino.

Días atrás, los gobernadores de las diez provincias petroleras de Argentina difundieron un comunicado en el que aseguraron haberse "visto fuertemente afectadas por la caída manifiesta de producción e inversión insuficiente de las empresas del sector".

Aseguraron que junto al Gobierno nacional ejecutarán las medidas necesarias para la "plena exploración y desarrollo de los yacimientos", incrementar el horizonte de reservas y alcanzar el "máximo de producción y auto-abastecimiento".

Según datos de consultores privados, la producción de petróleo -que viene en retroceso desde 1998- habría caído un 8,5 por ciento en 2011, mientras que la de gas natural -en declive desde 2004-, habría bajado un 4,4 por ciento.

En tanto, las reservas comprobadas de petróleo cayeron en la última década un 12 por ciento, mientras que las de gas natural bajaron un 53 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Argentino de la Energía.

Según el exsecretario de Energía argentino Jorge Lapeña, el país afronta un problema "estructural" de caída en las reservas asociado a su vez a la "disminución de la inversión de riesgo" en exploración, lo que se traduce en menores descubrimientos y un mayor costo de producción.

El experto apuntó en un reciente informe que para la reversión de esta tendencia es necesario "un cambio profundo en la legislación de hidrocarburos vigente, del diseño y puesta en marcha de nuevos modelos contractuales y una mejor auditoría de las áreas dadas en concesión" a las petroleras.