Argumentos para un rebote, y nada más

Tras dejarse 1.500 puntos prácticamente del tirón, entraba dentro de lo lógico asistir a un rebote como el que hoy hemos visto en el Ibex 35. Si además el mercado americano sigue apoyando con su insistencia en mantenerse en todo lo alto, lo visto en esta sesión es no sólo normal, sino, sobre todo, peligroso.

Es cierto que esa cercanía que ayer alcanzó el precio al importantísimo nivel de soporte horizontal de los 9.900 puntos colocaba al índice y a sus valores directores en una situación de inmejorable ecuación riesgo-rentabilidad desde el punto de vista comprador.

Incluso podemos abundar más en esta idea y recalcar el comportamiento del volumen cada vez que la cotización se ha acercado por esa zona de soporte. El aumento de la contratación en sus inmediaciones puede verse como un síntoma del establecimiento en estos niveles de una fuerte zona de control alcista en el medio plazo, o, dicho de otra forma, como un nivel de acumulación.

Como se ve, argumentos para el rebote hay, rebote que podría buscar sucesivamente las resistencias horizontales marcadas por los últimos tres huecos bajistas de apertura dejados por el índice patrio, a saber, los 10.480 puntos, los 10.940 y los 11.065 puntos. Las gráficas de Telefónica, Santander y BBVA también apoyan esta idea y también aquí se aprecia una atractiva ecuación riesgo-rentabilidad.

Mientras el S&P 500 no pierda en cierres los 1.180 puntos, el peligro no vendrá de ultramar. Mientras el Eurostoxx 50 respete esa directriz alcista en la que ahora mismo se encuentra y, sobre todo, el nivel de los 2.730 puntos en cierres, el peligro tampoco vendrá de Europa.

El verdadero peligro radica en nuestro propio mercado y en su delicado aspecto técnico. Una pérdida de esas líneas naranjas que marcamos en las series del Ibex y de sus valores directores marcaría un gran segundo impulso a la baja en gráfico diario y haría factible una caída de mil puntos adicionales antes de encontrar un soporte fiable.

En definitiva, aquéllos que se sepan disciplinados en el uso de los stops podrían aprovechar el momento (yo esperaría hasta la semana que viene) para buscar ese rebote y jugar con el atractivo de la cercanía de un soporte fiable. No deja de ser un argumento pobre, pero por aquí no hay más. Los otros, los incapaces de cerrar posiciones perdedoras, mejor esperar a tiempos mejores para comprar en español, salvo contadas excepciones, que alguna hay.

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