Rusia está atacando al Estado Islámico donde más duele: en los pozos de petróleo, su principal fuente de ingresos. "Los aviones del ejército ruso dispararán sin previo aviso contra los camiones cisterna que transporten productos petrolíferos en una zona controlada por el EI", anunció rusa.
Y dicho y hecho. 500 camiones cisterna ya habían sido destruidos y han empezado a bombardear reniferías y otros edificios estratégicos de los terreroristas.
Según Rusia, en los últimos años, miles de toneladas de crudo habrían llegado a las refinerías bajo control del EI en territorio iraquí, ya que el EI controla la mayor parte de los campos petroleros de Siria.
Según una investigación publicada en octubre por el diario estadounidense Financial Times, el contrabando de petróleo representa unos ingresos de 1,5 millones de dólares al día al EI, a un precio medio de 45 dólares el barril.
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