San José, 2 jul.- Las autoridades de Costa Rica realizaron hoy una serie de allanamientos como parte de la investigación por el caso de la refinería conjunta entre empresas estatales de este país y China, proyecto valorado en al menos 1.300 millones de dólares.
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía Anticorrupción decomisaron documentos en las oficinas de la estatal Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), la Secretaría Técnica Ambiental (Setena) y la empresa Soresco, encargada de desarrollar el proyecto.
El Ministerio Público informó en un comunicado que "la causa en investigación tiene que ver con los presuntos pagos efectuados por Recope a funcionarios de la empresa Soresco, así como el giro de dinero para cancelar la elaboración de un estudio de factibilidad".
Agregó que los posibles delitos que se investigan son influencia en contra de la hacienda pública, peculado (desvío de fondos públicos), incumplimiento de deberes y prevaricato (firma de resoluciones ilegales), pero aún no se han personalizado.
El portavoz de Recope, José Mario Guzmán, declaró a los periodistas que la entidad está colaborando con los agentes para facilitarles su trabajo.
El pasado 20 de junio la Contraloría General de la República (CGR) de Costa Rica frenó el avance del proyecto de la refinería, al declarar inválido el estudio de viabilidad.
La Contraloría halló un incumplimiento del contrato entre Recope y la Corporación Nacional Petrolera de China Internacional (CNPCI), ya que la empresa china HQCEC, que realizó el estudio, tiene una relación con la petrolera china.
Tras esta decisión, renunció el presidente de Recope, Jorge Rojas, mientras el ministro del Ambiente y Energía, René Castro, dio como plazo seis meses a la empresa costarricense para corregir el error.
El proyecto, uno de los más importantes entre China y Costa Rica desde el inicio de relaciones diplomáticas en 2007, está valorado en al menos 1.300 millones de dólares y pretende ampliar la capacidad de refinamiento de los 25.000 barriles diarios actuales a 60.000 en la refinería de Moín, en el Caribe costarricense.
El 70 % del costo del proyecto (unos 900 millones de dólares) serían aportados por un crédito del China Development Bank (CDB) y el restante 30 % estará a cargo, en partes iguales, de Recope y la CNPCI.
Recope y la CNPCI constituyeron la empresa Soresco con el fin de que sea la que desarrolle el proyecto.
La refinería enfrenta el rechazo de sectores ambientalistas, académicos y de la oposición política, quienes han señalado que contaminará el ambiente y no provocará reducciones en los precios de los combustibles para los usuarios.
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