Los autónomos, pese a que realizan su actividad de manera independiente, pueden necesitar ayuda, para lo que recurrirán a la contratación de trabajadores. Para no tener que asumir demasiados costes y con el objetivo de incentivar la contratación, las Administraciones Públicas ofrecen ayudas a través de bonificaciones y descuentos en las cuotas, algunas dirigidas específicamente a los trabajadores por cuenta propia y otras generales de las que también se pueden beneficiar.
En primer lugar, si un trabajador autónomo decide contratar a un empleado por cuenta ajena para poder conciliar la vida laboral y familiar, dispondrá de una bonificación del 100% de la cuota de Contingencias Comunes a la Seguridad Social, del 50% si el trabajador se contrata a tiempo parcial. Este beneficio dirigido a la conciliación, por lo que estará justificado cuando el autónomo tenga a su cargo niños o familiares en situación de dependencia o con problemas intelectuales.
Para poder solicitar esta bonificación, el autónomo deberá estar regularmente dado de alta en el RETA, no tener trabajadores anteriores, firmar un contrato a tiempo parcial o completo que vaya a sustituir la labor del autónomo y permanecer inscrito en el RETA durante al menos seis meses desde que se disfruta de la ayuda.
Además de esta ayuda, la Seguridad Social ofrece otras que pueden solicitar cualquier empleador, sea autónomo o empresas. Una de las ayudas está orientada a premiar la conversión de contratos temporales, ya sean de formación, relevo o sustitución, en indefinidos. En concreto, el autónomo recibirá 500 euros al año si se contrata a un hombre o 700 si es mujer durante los 3 años siguientes a la conversión del contrato.
Las ayudas por convertir un contrato para la formación y el aprendizaje son mayores, ascienden a 1.500 euros al año si el contratado es un hombre y a 1.800 para las mujeres. De igual manera, la firma de los contratos para la formación y el aprendizaje, dirigidos a jóvenes entre 16 y 25 años, también cuentan con ventajas para el empleador, ya que se bonifica al 100% de las cuotas del trabajador.
Por otra parte, también se premia la contratación a personas mayores de 52 años. En caso de contratación temporal, el autónomo podrá acceder a una bonificación del 50% de la cuota empresarial a la Seguridad Social por contingencias comunes, con un máximo de doce meses.
La contratación a personas víctimas de violencia de género, terrorismo o en situación de exclusión social también cuentan con incentivos. En el primer caso, si el contrato es indefinido el empleador puede beneficiarse de una bonificación de hasta 1.5000 euros anuales, durante cuatro años. En el caso de las personas en riesgo de exclusión social, los motivos pueden ser varios y muy distintos, aportan una bonificación de 50 euros en la cuota de la Seguridad Social durante cuatro años cuando sean contratados de forma indefinida.
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