Aznar ve las revueltas del Magreb como el problema más importante del mundo

Madrid.- El expresidente del Gobierno José María Aznar aseguró hoy que España tiene la obligación moral de apoyar a los demócratas de los países de Oriente Cercano y del Norte de África, el foco más peligroso del que hoy en día es el problema más importante que sufre el mundo.

Durante la presentación del estudio "Propuestas para una estrategia energética nacional" elaborado por Faes, Aznar destacó que los gobiernos deben luchar por lograr el triunfo de la libertad y de la democracia en estas zonas, aunque "lamentablemente", no parece claro que estas revueltas vayan a ganar pronto la batalla.

Asimismo, añadió que estos disturbios denotan el "hartazgo" de las poblaciones ante autocracias corruptas que nunca les ofrecieron una vida digna y un futuro adecuado.

En su opinión, el detonante de los movimientos que se han producido, principalmente, en Túnez, Egipto y Libia, ha sido la frustración de ver los beneficios que tiene la globalización y añadió que el derecho a la libertad, no tiene, ni debe tener excepciones culturales, algo que, a estas alturas, debería estar claro para todos.

No obstante, el expresidente del Gobierno agregó que "lamentablemente" no parece tan claro que las ansias de libertad, de contar con un Estado de Derecho y las ganas de lograr un gobierno "decente", ganen pronto esta "batalla".

Si bien, subrayó que a pesar de la dificultad, derrocar a una tiranía es un paso muy importante, aunque sólo el primero, y por ello, España no debe olvidar su obligación de apoyar a los demócratas de estos países.

En este sentido, subrayó que no es sólo un imperativo moral, sino que está en el interés político y económico de España.

Por otro lado, Aznar recordó que las revueltas se producen en una zona de una "indudable" relevancia geoestratégica para el mundo y para España.

Así, recordó que España e Italia son los países más cercanos a estas zonas, lo que se une además a su elevado grado de dependencia de energía primaria del exterior, con autoabastecimiento de tan sólo el 20 %, una cifra que contrasta con la media de la Europa de los 27 que se sitúa en el 54 %.

Por ello, consideró prioritario rebajar la dependencia energética de España, con el objetivo de reforzar la seguridad de abastecimiento, su continuidad y la diversificación de las fuentes, lo que constituye un objetivo "irrenunciable" para la prosperidad de la sociedad española.