Bancaja toma la palabra con el argumento de la solvencia

  • La entidad valenciana ha dejado claro que quiere ser un jugador de primer nivel en el necesario proceso de concentración del sector. Y por si las intenciones no valen, también cuenta con recursos: una morosidad inferior a la media y, sobre todo, el tercer mejor coeficiente de solvencia de todo el panorama financiero.
Bancaja ganó el 27,3 por ciento menos en 2009 tras las dotaciones de 1.141 millones de euros
Bancaja ganó el 27,3 por ciento menos en 2009 tras las dotaciones de 1.141 millones de euros
Ruth Ugalde

Hace dos años, cuando estalló la particular crisis subprime española, ésa donde la hipoteca basura en vez de concederse a parados sin recursos iba a cualquier constructor con sueños de grandeza, muchos miraron hacia la costa de Levante con horror. "¡Qué será de los bancos que financiaron tanto resort, tantos campos de golf, tantos beach club entre el desierto de Almería y el caldo Mediterráneo!", se temía... Y, en la quinielas de quién iba a sufrir más, muchos tacharon la casilla de Bancaja.

Pues dos años después de estallar la particular crisis subprime española, la entidad presidida por José Luís Olivas ha eliminado más de un miedo y callado más de una boca. Fácil no lo ha tenido, ni lo tendrá. Para arreglar los desaguisados del pasado, ha hecho falta mucho trabajo, y mucho dinero, como ha demostrado la entidad provisionando 1.141 millones de euros, un 51% más del dinero que ya destinó en 2008 a tapar agujeros.

La consecuencia directa de este movimiento ha sido cercenar en un 27,34% el beneficio de Bancaja, hasta cerrar el año 2009 con una ganacia de 251 millones de euros. Básicamente, unos números en línea con el sector, que no dan ni frío ni calor.

Lo que sí despierta los sentidos de la entidad valenciana es su coeficiente de solvencia, que alcanza el 12,31%, con un excedente de 3.081 millones de euros, la tecera mejor marca entre las grandes entidades financieras del país, sólo por detrás de Santander y BBVA.

Y, precisamente, uno de los indicadores más importates a la hora de juzgar quiénes serán los vencedores y los perdedores de la reconfiguración del sector es el ratio de solvencia. Otro, la morosidad, que Bancaja ha vuelto a colocar por debajo del indeseado 5%, tras haber conseguido pasar en el cuarto trimestre de 2009 del 5,02% al 4,5%. Y otro, los activos, donde la valenciana sigue su imparable espiral de crecimiento y suma ya 111.000 millones.

Con estos argumentos, se entiende que Olivas no tenga prisa por fusionarse con nadie, no lo necesita, o mejor dicho, lo necesita menos que otros, y está dispuesto a tomar la palabra y dar los pasos sin pausa, pero sin prisa. Como él mismo auguró ayer: "en dos o tres años, sin presión financiera ninecesidad de acudir al FROB, se registrarán fusiones naturales". Yañadió: "ahí puede presentarse una oportunidad para una entidad comoBancaja".

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