Bassat desea un candidato ajeno al laportismo para que se hable de renovación

Barcelona.- El publicitario Lluís Bassat, dos veces aspirante a la presidencia del FC Barcelona, ha emplazado hoy a que algún barcelonista de la sociedad civil catalana, no vinculado en los últimos años con la actual junta, se presente a los próximos comicios para que el socio azulgrana pueda observar que alguien propone una renovación.

Bassat ha participado esta mañana en un almuerzo que ha organizado la empresa Damm y la revista 'Don Balón', la cual ha transmitido en directo a través de su web la reunión del ex candidato a la presidencia del Barça con un grupo de periodistas.

En este encuentro, Bassat ha defendido la opción de que un socio azulgrana que no esté vinculado con la actual junta, ni ahora ni en los últimos años, dé un paso al frente y proponga ante los socios en las elecciones a la presidencia que se celebrarán esta primavera una opción de renovación y no de continuismo.

"Con los precandidatos que hay ahora, no hay ninguna renovación. Si sólo están los que hay, al final acabarán hablado de por qué uno se fue y otro se quedó, y todo quedará reducido a un círculo muy pequeño", apuntó Bassat, al referirse a los actuales vicepresidentes Jaume Ferrer y Alfons Godall, y al ex vicepresidente deportivo Sandro Rosell y al miembro de la comisión social Agustí Benedito, todos ellos aspirantes a la presidencia, además de Jaume Guixà.

Bassat ha reconocido que ha recibido ofertas "para incorporarme a alguna candidatura", pero ha anunciado que las ha rechazado todas y que cuando tenga que votar, "y tenga claro a quién hacerlo", precisó, dará a conocer públicamente su opción.

Las participaciones del publicista en las pasadas elecciones a la presidencia del Barça (2000 y 2003) son la historia de dos fracasos sonados, especialmente el segundo, cuando partía con una ventaja clara de intención de voto, idéntica situación que sucede ahora con Sandro Rosell, aunque Bassat ha precisado que el ex vicepresidente "lo está haciendo bien, y trabajando en silencio".

"Pero Sandro debe saber escoger a sus compañeros de viaje para mantener buena relación durante el mandato y que todos disfruten de una cuota mediática", recomendó al ex directivo, en el caso de que Rosell logre la presidencia del Barça esta primavera.

De los dos asaltos a la presidencia barcelonista que intentó, a Bassat le han quedado, entre otros, dos amargos recuerdos que quiso revivir en el almuerzo con la prensa: "En el 2000, por llevar a Laporta en mi candidatura me costó que todo el nuñismo me declarase enemigo, y en el 2003 tuve que vender un piso que era para mi hijo para pagar las deudas de la campaña, porque algunos compañeros no sufragaron los gastos que contrajeron".

Acabada la comparecencia, Bassat reconoció en un pequeño círculo que el hijo para el que estaba destinado el piso que compró en el barrio barcelonés de la Vila Olímpica vive ahora de alquiler.

A pesar de haber nombrado a Laporta, Bassat dijo que no le juzgaría, porque eso "lo hará la historia". Evitó referirse a él, incluso cuando se le emplazó a exponer su visión por las aspiraciones que anhela Laporta en la política, para no polemizar con el actual presidente, a tenor de los problemas que sufrió en su día cuando dijo que el mandatario barcelonista le había "decepcionado".

"Era lo menos que le podía decir. Además, yo le di mi voto en las elecciones del 2006", recordó Bassat, en relación a la inconcreción que se dio hace unos años cuando el publicitario reconoció públicamente que Laporta le iba a dar la dirección de la Fundación, cuando en realidad, según el presidente, no era este el acuerdo, sino un cargo menor.