Bélgica y Francia inyectan los 5.500 millones de la reestructuración de Dexia

  • Bélgica y Francia inyectaron hoy los 5.500 millones de ampliación de capital previstos en el plan de reestructuración de Dexia a través de la suscripción de acciones preferentes, informó hoy la entidad franco-belga en un comunicado.

Bruselas, 31 dic.- Bélgica y Francia inyectaron hoy los 5.500 millones de ampliación de capital previstos en el plan de reestructuración de Dexia a través de la suscripción de acciones preferentes, informó hoy la entidad franco-belga en un comunicado.

Esta ampliación de capital, que ya obtuvo el visto bueno de la Comisión Europea, fue aprobada en junta extraordinaria de accionistas el pasado día 21.

La operación se realizó a través de la suscripción de preferentes, de las que Bélgica aportará el 53 % (2.900 millones) y Francia el 47 % (2.600 millones).

Bruselas aprobó el 28 de diciembre el nuevo plan de rescate a la entidad a condición de que se ejecuten los compromisos establecidos en el plan de reestructuración y liquidación ordenada de la entidad.

París y Bruselas aportarán también garantías que se elevarán hasta un máximo de 85.000 millones de euros.

"La Comisión llegó a la conclusión de que, siempre que se cumplan todos los compromisos de la resolución ordenada del Grupo Dexia, la reestructuración de (su filial belga) Belfius y el nuevo banco de desarrollo establecido en Francia, estas transacciones son compatibles con las normas de la UE sobre ayudas estatales", señaló hace unos días el Ejecutivo europeo en un comunicado.

Con esta nueva inyección y el plan de reestructuración y liquidación ordenada, Francia, Bélgica y Luxemburgo pretenden poner punto final al desplome del grupo financiero, que no han logrado detener pese a los dos rescates millonarios recibidos en 2008 y 2011.

Los Gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo suministraron 6.400 millones de euros a Dexia en 2008, una de las primeras inyecciones de capital público realizadas en Europa tras el estallido de la crisis financiera en EEUU, a lo que se sumaron garantías por valor de 150.000 millones de euros.

En diciembre de 2011, esos tres países acordaron el segundo plan de ayuda a Dexia debido a su alta exposición a la crisis de la deuda griega.

Francia, Bélgica y Luxemburgo aportaron garantías por valor de 45.000 millones de euros para la refinanciación de Dexia y su filial Dexia Crédit Local, destinadas a financiar su reestructuración.

Además, se decidió aislar los activos tóxicos en un 'banco malo' (que cuenta con activos por unos 90.000 millones) y partir el banco en tres, quince años después de la fusión del grupo belga Crédito Comunal, la Banca Internacional de Luxemburgo y del Crédito local de Francia que dio lugar al grupo.

Todas estas medidas no han logrado parar la sangría que sufre la entidad, cuyo capital disponible ha caído desde 19.200 millones de euros a finales de 2010 hasta 2.700 millones a finales de 2011, mientras que sus fondos propios pasaron a estar en negativo (-2.300 millones) el pasado 30 de junio.

Para culminar el proceso de reestructuración y liquidación, que ya está muy avanzado debido a que la entidad se ha desecho de prácticamente la totalidad de sus filiales comerciales, Dexia contará con un consejo de administración "reducido", liderado por el belga Karel de Boeck y presidido por el francés Robert de Metz.

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