Cae un 12 % la proporción del crédito privado en balances entre 2007 y 2011

Madrid, 23 oct.- El porcentaje que representa el crédito concedido al sector privado en el balance de las entidades bancarias se ha reducido del 67 % al 55 % desde que el inicio de la crisis, en 2007, hasta diciembre de 2011.

Así se pone de manifiesto en un artículo sobre la evolución del balance agregado de las entidades de crédito españolas durante la crisis que se incluye en el Boletín Trimestral del Banco de España, publicado hoy.

El informe explica que, al contrario que el sector privado, la proporción que representan los fondos concedidos a las administraciones públicas ha aumentado hasta el 10,5 % entre 2007 y 2011 como consecuencia de la mayor cantidad de recursos que necesitan y que se vinculan al elevado déficit público.

El estudio del Banco de España también pone de manifiesto que el descenso del crédito concedido a particulares y empresas durante la crisis ha sido consecuencia de varios factores, "muchos de ellos de naturaleza cíclica".

Algunos de esos factores que el informe enumera son una mayor incertidumbre sobre el futuro; la necesidad de corregir el exceso de endeudamiento del sector privado no financiero y un entorno de menor crecimiento de la actividad económica.

"El retroceso en el valor de los activos también ha afectado" a los bancos, "ya que se ha tendido a reducir las garantías disponibles para las operaciones de crédito, especialmente en el caso de los préstamos hipotecarios", apunta también el estudio.

Al margen de consideraciones cíclicas, otro elemento que ha influido ha sido el endurecimiento de los criterios de concesión de créditos debido a la revaluación al alza de los riesgos que ha acompañado a la crisis, y a las mayores dificultades para la captación de recursos y para incrementar capital.

Y ello en un contexto en el que los mercados y los organismos reguladores han incrementado los requerimientos de capital y de saneamiento.

El informe del Banco de España también explica que entre 2007 y 2011 el peso de la actividad en el extranjero sobre el balance consolidado de las entidades ha aumentado hasta el 28 % como consecuencia de factores como la crisis y la necesidad de realizar saneamientos.

Pese a este entorno, el informe destaca que las entidades de mayor dimensión han aprovechado algunas oportunidades que aparecieron al calor de la crisis financiera para comprar entidades extranjeras y así aumentar su grado de diversificación geográfica.

El informe concluye que en ese periodo se han reducido los fondos captados por las entidades en los mercados de renta fija, lo que revela la desconfianza de los inversores en el sistema financiero, mientras que se ha registrado un menor dinamismo de los depósitos bancarios.