Madrid.- Caja Madrid obtuvo un beneficio neto atribuido de 265,8 millones de euros en 2009, lo que implicó un retroceso del 68,4 por ciento en comparación interanual, al tiempo que situó su tasa de morosidad en el 5,4 por ciento, frente al 4,9 por ciento de 2008.
Esta caída en los resultados se explica, en parte, por la decisión de la entidad madrileña de anticiparse al "complicado entorno económico-financiero que presenta 2010" y dotar algo más de 650 millones de euros a provisiones, asegura la caja.
Si no fuera por estas dotaciones, el beneficio recurrente anual del Grupo Caja Madrid hubiera ascendido a 725 millones de euros, lo que hubiera supuesto un recorte del 24,5 por ciento en comparación con el año anterior.
La segunda caja española por activos tenía concedidos a sus clientes al cierre del pasado ejercicio un total de 120.872 millones de euros en créditos, un 0,4% menos que un año antes, en tanto que los recursos de clientes en balance se situaban en 146.225 millones, el 5,3% más.
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