Calma tensa en la deuda española

  • La colocación de ayer del Tesoro ha devuelto la credibilidad a la deuda española, que había vuelto a tensionarse durante la pasada semana. Sin embargo, esta mejora responde más a factores externos que a méritos internos.
Ruth Ugalde

Las cuentas públicas españolas respiraron ayer tranquilas cuando vieron como el Tesoro colocaba 5.514 millones en letras a 12 y 18 meses, a un coste un 15% inferior al de la anterior subasta de julio.

La primera en reaccionar fue la bolsa española, y el selectivo Ibex 35 terminó cerrando con una subida del 1%. Después le llegó el turno a los bonos, que recortaron un 6,4% su distancia con el bund alemán, y a los CDS -seguros contra el riesgo de impago de un país-, que cayeron casi un 5%, hasta los 211 puntos.

Sin embargo, esta misma radiografía podría hacerse de Irlanda, cuyos CDS protagonizaron ayer el mayor recorte de las deudas soberanas (-8,21%) y cuyo índice bursátil de referencia, el Irish Overall Index, cerró con una ganancia del 1,58%.

Ejemplos como éste llevan a pensar que los bailes de la deuda española, y en consecuencia, de la capacidad del Estado para financiarse, están más condicionados por factores externos que internos.

En las últimas semanas, estos condicionantes han venido, por el lado negativo, de Estados Unidos y Japón, fundamentalmente; y por el positivo, de Europa, con Alemania a la cabeza. Los dos primeros están sembrando cada vez más dudas entre los inversoes, mientras que el Viejo Continente consigue avanzar, aunque sea a trancas y barrancas, hacia una tímida recuperación.

Éste, al menos, es el sentir de los principales gestores de fondos del mundo, que según la encuesta mensual de Merrill Lynch Bank of America, confían en una débil recuperación de la economía europea y descartan volver a caer en la recesión. Además, advierten de que el foco del pesimismo se ha desplazado a Japón y Estados Unidos.

"La confianza de los inversores en Europa ha logrado una notable mejoría en los últimos meses, gracias al mayor optimismo respecto a los bancos europeos, y los datos económicos ahora tienen que respaldar este cambio", añade el responsable europeo de estrategia de valores, Gary Baker.

Por el momento, la cifras del segundo trimestre animan a ser moderadamente optimistas, ya que la eurozona registró un crecimiento del 1% respecto al trimestre anterior, y del 1,7% en comparación con el mismo periodo de 2009.

Esta mejora de la economía europea supera el ritmo de crecimiento del 0,6% registrado en Estados Unidos durante el mismo periodo, y vapulea el 0,1% de Japón, dos datos que explican la creciente confianza de los inversores en las economías europeas.

Sin embargo, este triunfo de Europa por comparación no significa que España esté bien. De hecho, su crecimiento en el segundo trimestre apenas ha sido del 0,2%. Y un ejemplo de que la calma recuperada ayer en los mercados en el fondo es tensa es la comparación de su foto con la obtenida tras los estrés test.

El pasado 26 de julio, justo después de publicarse los exámenes a la banca, el diferencial español frente al bono alemán descendió a 149 puntos y los CDS se situaron en 187 enteros, frente a la distancia de 176 puntos marcada ayer frente al bund y los 211 puntos de los seguros de cobertura.

Además, el hecho de que los inversores desconfíen ahora más de Estados Unidos y Japón está llevando a una búsqueda de refugio en la deuda alemana, la más sólida de todo el Viejo Continente, lo que puede traer todavía más de un susto a la deuda española, al tensar su diferencia con la germana.

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