Cambio hora. El cambio de hora puede provocar "pequeños desajustes" a las personas de sueño "frágil"


La próxima madrugada los relojes se adelantarán 60 minutos para adaptarse al llamado horario de verano, que deja días más largos y luminosos pero también "pequeños desajustes" para algunos, que sufren leves cambios de humor y se vuelven más perezosos a la hora de irse a la cama y de levantarse.
Son "pequeñas alteraciones, siempre menores", que suelen afectar a los que ya de por sí tienen el sueño frágil y a veces también a algunos niños y personas mayores, recordó a Servimedia Salvador Tranche, secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
El facultativo incidió en el hecho de que las variaciones de humor y las pequeñas alteraciones de sueño que originan en determinadas personas los cambios de hora son siempre "muy leves", tanto que no duran más de dos días, por lo que no deben considerarse un trastorno de salud y, por supuesto, no hay que medicalizarse para superarlas.
Lo que sí hay que hacer, en esta época y en todas, dijo, es tener unos buenos hábitos de sueño para que el descanso sea reparador y los días cundan más.
Descansar entre seis y ocho horas, si se es adulto, respetando siempre un horario más o menos rutinario, no alargar las siestas y dejar la televisión fuera del dormitorio son algunos consejos para aprovechar mejor la noche y, por extensión, el día.
En cualquier caso, el doctor Tranche reiteró que este cambio de hora es demasiado sutil como para generar trastornos de importancia. Las modificaciones horarias que a su parecer pueden conllevar problemas más acusados de salud son las que sufren quienes realizan viajes transoceánicos o varían su turno de trabajo con frecuencia.

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