Sin embargo, Canadá mantendrá restricciones a las exportaciones de bienes y tecnologías nucleares a Irán y de cualquier otro tipo que pueda ayudarle a desarrollar misiles balísticos.
También mantendrá una lista de personas y entidades con las que seguirá estando prohibido mantener relaciones comerciales debido a las preocupaciones sobre su "vínculo con el riesgo de proliferación y las actividades de Irán en materia de misiles balísticos".
En 2013, Ottawa impuso un embargo casi total al comercio con Irán, que incluía sanciones económicas y restricciones de viajes a 78 funcionarios y 508 organizaciones.
Las exportaciones canadienses a Irán llegaron a los 556 millones de dólares en 1997 y cayeron a los 48 millones en 2014, las que incluían alimentos no incluidos en las sanciones.
Ottawa también ofreció restablecer las relaciones diplomáticas con Teherán, que fueron rotas en 2012.
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