Radio Televisió Valenciana (RTVV) sigue costando un millón de euros al mes aunque desapareció hace casi dos años. Así lo ha informado este el equipo responsable de su liquidación en una comparecencia pública.
El gasto se produce por los costes de mantenimiento (limpieza, agua, luz, seguridad...) del edificio de Burjassot y el pago de las deudas restantes. El grupo de liquidadores advierte además de que prácticamente a diario les llegan pleitos de ex trabajadores o de productoras que reclaman el pago de servicios prestados en el pasado.
Confían en que a partir del año que viene puedan ir renegociando los servicios firmados para adecuarlos al trabajo que genera en las contratas el mantenimiento de un edificio vacío.
Llama especialmente la atención de que el edificio principal del canal, el Centro de Produccions de Burjassot, no aparece registrado como inmueble en el Registro de la Propiedad. Sólo está registrado como solar, con una valoración de 25 millones de euros.Acuerdo con Mediapro
No obstante, en la comparecencia también se ha presentado un acuerdo entre la Generalitat y Mediapro que cierra los pleitos judiciales iniciados entre ambas partes por los derechos de emisión de la Fórmula 1 y la Liga de fútbol.
Con este acuerdo, la Generalitat Valenciana compensa todas las deudas con 27 millones de euros, lo que cierra un largo proceso que incluía 15 pleitos y que se ha alargado durante 6 años. Canal 9 también ha recuperado 9,5 millones de euros que había embargados por derechos de fútbol.
Los actuales liquidadores se han quejado de que el anterior equipo de liquidadores que fue nombrado por el gobierno del PP no han querido colaborar con ellos. Denunciaron incluso que bloquearon archivos informáticos, por lo que no pudieron revisar la contabilidad de la casa ni los archivos donde estaban todos los contratos.
Los trabajadores que están llevando a cabo la actual tarea de desmontaje del canal han declarado a medios valencianos que está resultando una experiencia tortuosa por la cantidad de irregularidades que se encuentran día a día.Una historia de casi 24 años
Canal 9 fue el primer canal público gestionado por la Comunidad Valenciana. Nació en 1989 para potenciar la identidad lingüística y cultural de Valencia. Durante el gobierno popular de Eduardo Zaplana, se intentó privatizar el canal, aunque finalmente no lo consiguió.
A los largo de las dos décadas de gobierno del PP, aumentaron las críticas por la manipulación política en los informativos y la contratación de productoras y empresas afines.
Los sindicatos llegaron a denunciar que habían recibido la orden de grabar a Zaplana “sólo desde su perfil bueno” (el derecho), o que se omitía la palabra “imputado” al hablar de la Gürtel.
A pesar de los escasos índices de audiencia, la plantilla de la televisión fue creciendo, así como sus costes, hasta hacerse insostenibles, sobre todo a raíz de la llegada de la crisis económica. En alguno de las tertulias políticas, los invitados llegaron a cobrar 800 euros por intervención. Si el tertuliano residía fuera de Valencia, los costes para RTVV aumentaban a 1.500 por persona y noche.
Fue muy criticado el hecho de que los servicios informativos de Canal 9 no emitieron en directo un acontecimiento político de primera magnitud, como fue la dimisión del entonces presidente de la Generalidad valenciana, Francisco Camps.
Con 1.200 millones de euros de deuda y unos mil empleados, el gobierno valenciano anunció el cierre del canal el 5 de noviembre de 2013. El 29 de ese mismo mes, cortó sus emisiones en un programa especial en medio de las protestas de los trabajadores.
Sigue @martinalgarra
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